NotMid 13/07/2023
OPINIÓN
ARCADI ESPADA
El presidente del Gobierno debería saber que el mejor modo de desactivar una metáfora torcida son los hechos. ¿Que te vote Txapote…? No, Txapote no vota. Txapote cumple una vida de cárcel que no incluye el voto. Una muestra de lo que el Estado hizo con Eta: vencerla y castigarla.
A partir de esta evidencia, el presidente pudo jugar sus cartas. Difíciles, no digo que no. Algo más sofisticado, necesariamente, que esa imbecilidad de exigirle a Feijóo que condenara un salivazo electoral. Sí, hay un repugnante gusano en el fondo de Bildu, debió decir, y es que ese partido aún no ha condenado lo que hizo Txapote. Pero ha sido precisamente nuestra victoria sobre Eta [si, además, hubiera leído a Mario Calabresi sabría que, a diferencia de Italia, los etarras han sido repudiados como asesinos y no descritos como perdedores] lo que permite que Bildu actúe en nuestro sistema democrático y podamos llegar a coincidencias parlamentarias con ellos. Coincidencias como las que usted, Feijóo, puede verse obligado a encarar algún día, porque eso forma parte de la naturaleza del parlamentarismo. Y coincidencias que acercan más que alejan el día en que la propia Bildu extirpe el gusano y así podamos empezar a cerrar la última herida española.
Porque esta ha sido, tal vez, mi misión política más importante: cerrar heridas. Así lo hice sacando del Valle de los Caídos al Dictador, así lo hice con la Ley de Memoria y así lo hice con el indulto a los independentistas catalanes y la reforma subsiguiente del Código Penal que solo pretendía reformatear las proporciones, a mi juicio, dislocadas, de sus delitos de 2017. Y, sí, tienen ustedes razón cuando denuncian que yo tengo un plan, aunque no sea el que denuncian. En España hay partidos independentistas: es un dato de la realidad. Es posible, por cierto, que ustedes hayan contribuido intensamente a hacer posible esa realidad.
Nunca podré acordar nada con ellos que suponga la destrucción del Estado. Pero esos partidos representan también al progresismo español. Y con sus votos he podido sacar adelante leyes de protección de los vulnerables -lo sean por razones económicas o culturales- de las que los socialistas nos sentimos orgullosos. De modo que sí, tengo un plan y espero seguir aplicándolo y profundizándolo en la próxima legislatura, por mucha cara de Frankestein que se les ponga a ustedes.
Etcétera.
Pero el que acudió a batirse contra Feijóo no era un hombre con convicciones sino un mercenario del poder. Y a este tipo de profesionales les basta una mala noche para caer ultimados.