Afirma que Gavin Newsom es “profundamente incompetente” y anima al ‘zar’ fronterizo, Tom Homan, a detenerlo por la obstrucción a las redadas de inmigrantes
NotMid 09/06/2025
USA en español
La crisis en Los Ángeles empezó con una redada que buscaba provocar una reacción. Siguió con protestas, derivó rápidamente en violencia y choques abiertos con las fuerzas de seguridad. incendios y cargas de antidisturbios. Saqueos. Subió a un nivel inédito en 60 años con la movilización de la Guardia Nacional desde Washington y pasó a los tribunales, con una denuncia del Estado contra el Ejecutivo federal. Y ahora se ha convertido en algo casi inédito, con el presidente de Estados Unidos abriendo la puerta a la detención del gobernador de California y sentando las bases para invocar una Ley de Insurrecciones de principios del siglo XIX que podría llevar a movilizar a los marines en suelo nacional.
“Yo lo haría si fuera Tom Homan. Me parece genial. A Gavin le gusta la publicidad… Ha hecho un trabajo pésimo. Me cae bien Newsom, es un buen tipo, pero es tremendamente incompetente, todo el mundo lo sabe”, ha afirmado hoy Trump desde la Casa Blanca, animando a su ‘zar’ migratorio y rostro de las deportaciones a consumar sus amenazas del fin de semana al gobernador del Estado más grande, rico y poblado del país, y también gran feudo de votantes demócratas.
Tras la crisis reputacional de la semana pasada, con los tribunales frenando sus aranceles y la sonada ruptura con Elon Musk, que llegó a pedir un impeachment y acusó al presidente de estar encubriendo la investigación sobre los archivos del financiero pederasta Jefrrey Epstein por aparecer él mismo en los papeles, Donald Trump ha encontrado la pelea perfecta para concentrar sus fuerzas, centrar la atención mediática y encender a sus bases.
Los servicios migratorios estadounidenses llevaron a cabo el jueves y el viernes redadas en zonas mayoritariamente latinas de Los Ángeles, lo que generó inmediatamente protestas, manifestaciones y más tarde disturbios por la ciudad. En cuestión de horas los choques no sólo se volvieron violentos, con la Policía cargando muy duramente, usando gases lacrimógenos y desplegando personal con equipamiento táctico o francotiradores y algunos grupos aprovechando para saquear tiendas o gasolineras. Sino que también se transformaron en un pulso al máximo nivel entre la Casa Blanca y el gobernador de California, el Demócrata Gavin Newson, que acaba en breve su mandato pero suena en todas las quinielas como posible candidato a las presidenciales de 2028.
Durante todo el fin de semana el Ejecutivo y Newsom se han intercambiado acusaciones, denuncias e insultos. El viernes por la noche, la Casa Blanca, en un movimiento extremo y muy inusual, movilizó y federalizó la Guardia Nacional, hasta 2,000 efectivos, la primera vez desde 1965 en la que un presidente hace algo así contra la voluntad de un Estado, cuando Lyndon B. Johnson lo hizo para proteger a los manifestantes por los Derechos Civiles en Alabama.
Este lunes, sin embargo, Trump ha elevado todavía más el tono. Newsom ha afirmado una y otra vez que el presidente es el responsable, mientras exige e implora que no haya violencia para no darle argumentos. “Donald Trump ha creado una crisis y está agravando la situación. Si él no puede resolverlo, lo haremos nosotros. A los malos actores que alimentan las llamas de Trump: California los hará responsables“, dijo en un mensaje el domingo. “Donald Trump está echando leña al fuego. Reclutar la Guardia Nacional de un estado sin consultar al gobernador es ilegal e inmoral”, dijo en otro. “Es un tipo duro. ¿Por qué no lo hace? Sabe dónde encontrarme… Ven y arréstame. Acabemos con esto de una vez, tipo duro. Me importa un bledo”, dijo en un desafío abierto no a Trump, sino a Tom Homan, su “zar migratorio”, el responsable de las redadas que había amenazado horas antes con detenerlo.
El lunes, Homan, continuó atacando a Newsom pero afirmó en televisión que aunque “nadie está por encima de la ley” no había planes concretos de detener al gobernador, la alcaldesa o cualquier responsable. Sin embargo, Trump ha cogido el testigo, moviéndose en algunas inexploradas, pero en un tipo de confrontación en la que se siente muy cómodo. “Los que están causando el problema son agitadores profesionales, son insurrectos. Son malas personas, deberían estar en la cárcel”, ha añadido. El lenguaje es importante porque si en vez de inmigrantes son “invasores extranjeros”, como dice en sus redes sociales, puede intentar aplicar la Ley de 1797 que ha invocado para deportar a venezolanos, por ejemplo. Y si son “insurrectos” y no manifestantes, puede invocar la Ley de Insurrecciones de 1807, algo que por ejemplo hizo George Bush sr en 1992 tras los disturbios por el vídeo de la paliza a Rodney King.
Agencias