NotMid 17/06/2025
EDITORIAL
El hito que acaba de registrar la Seguridad Social, que por primera vez presenta más de tres millones de inmigrantes afiliados, demuestra el peso que tienen en nuestra economía los trabajadores venidos de otros países, que son los responsables de una importante parte del crecimiento actual. Además, muchos deciden emprender: uno de cada ocho ha creado un negocio, porcentaje que dobla al de los españoles, según datos del Observatorio del Emprendimiento de España.
En una sociedad envejecida como la nuestra, la inmigración es indispensable. Muestra de ello es que el 80% del crecimiento del PIB desde 2019 corresponde a la contribución de los trabajadores extranjeros, según el Banco Central Europeo. Sin embargo, la inmigración también plantea dificultades, y se convierte en un grave problema si se realiza de forma ilegal y descontrolada. Además, la población inmigrante que cotiza se enfrenta al reto de ampliar su penetración en sectores de valor añadido, necesarios para mantener el sistema a largo plazo. El Gobierno insiste en que cada vez más inmigrantes tienen empleos de calidad, pero los porcentajes apenas han variado: representan el 30% de los afiliados en la hostelería y el 40% en el campo o el hogar, mientras que su participación en actividades financieras (5,36%) o científicas y técnicas (9,9%) es mucho menor. Mejorar estas cifras es esencial para mantener una inmigración que España necesita, y que ya representa el 14,1% del empleo.