Nogueras dibuja una Cataluña “desbordada” por la inmigración “descontrolada” y la izquierda la tacha de racista
NotMid 24/09/2025
ESPAÑA
La reciente votación en el Congreso de los Diputados sobre la propuesta para transferir las competencias de inmigración a Cataluña ha revelado profundas grietas en la coalición de gobierno y sus aliados. La iniciativa, impulsada por el PSOE y Junts, fue rechazada por una inusual mayoría compuesta por PP, Vox, UPN, Podemos y dos diputados de Sumar (Compromís y Chunta).
Este revés no solo es un golpe para el Gobierno de Pedro Sánchez, sino que también expone una estrategia de cesiones a Junts que parece estar llegando a su límite. El acuerdo, que buscaba mantener el apoyo de los siete diputados de Carles Puigdemont, ha provocado una división incluso entre los propios firmantes.
Interpretaciones Contradictorias y Acusaciones de Racismo
La votación dejó al descubierto las diferencias fundamentales entre el PSOE y Junts en cuanto al alcance de la ley. Para el PSOE, se trataba de una simple delegación de funciones que mantendría al Estado con el control final. Sin embargo, para Junts, la ley significaba un traspaso de competencias sin matices, con el objetivo declarado de “controlar el actual desbordamiento” de inmigrantes en Cataluña.
Las palabras de la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, que vinculó la inmigración con el “hartazgo de la clase trabajadora” y la “supervivencia de su identidad” (en referencia a la lengua catalana), generaron una fuerte reacción. Tanto Podemos como ERC (que, a pesar de votar a favor, criticó duramente a Junts) percibieron un sesgo “racista” en el discurso, acusando a Junts de asumir posturas xenófobas por miedo a la competencia de la ultraderecha independentista de Alianza Catalana.
Una Línea Roja que Enfrenta a los Aliados
El resultado de la votación evidenció un “revoltijo de argumentos” que trasciende las tradicionales líneas ideológicas de izquierda-derecha. La verdadera clave del debate fue si convenía o no hacer otra concesión a las exigencias de Puigdemont, en un tema tan sensible como la política migratoria.
La gestión de la inmigración es un dilema para la mayoría de los países europeos y un tema clave en la agenda electoral. Al ceder a las exigencias de Junts, Sánchez se ha encontrado con una línea roja que ha dividido a sus aliados y ha revelado que la coalición de investidura no está cimentada por un acuerdo sólido.
Este choque llega en un momento delicado para el Gobierno, con Puigdemont amenazando con que “este otoño pasarán cosas” y en plenas negociaciones para la aprobación de los primeros Presupuestos de la legislatura. La fractura podría dificultar el entendimiento mínimo necesario para gobernar.
Agencias