Todo hiede a financiación irregular en Ferraz. Si salía dinero en efectivo es porque entraba dinero en efectivo
NotMid 08/10/2025
OPINIÓN
RAFA LATORRE
¿Quién no ha oido hablar de los sobres de la Gürtel? Nadie los ha visto y judicialmente no se demostró su existencia. Los guionistas de la izquierda tienen una capacidad asombrosa para incrustar imágenes poderosas en la imaginación de la opinión pública. Hoy, con una cierta fascinación morbosa, es inevitable fantasear con lo que podrían estar haciendo con esta trama socialista de sugar babies, sobres rebosantes, babosas grabaciones y jerga del hampa.
Sobre todo ello hay evidencias materiales, no referencias de tercera mano, gracias al prodigioso trabajo documental de Koldo García. Ya saben qué es lo que distingue a un buen trabajo de documentación: que a la hora de montar la historia no es necesaria una voz en off que aporte contexto. Aquí el espectador no necesita ni una acotación; puede ir desde el documento de compra de participaciones de Servinabar por parte de Santos Cerdán hasta las «chistorras» de Koldo, admirando el material en bruto, sin perder el hilo de la historia. La trama tiene hasta una bellísima elipsis; que, como se sabe, es el artificio literario más difícil de manejar: el lustro largo en que Ábalos no sacó líquido de su cuenta corriente porque el partido le mantenía bien hidratado.
Disponer de todo este material es el sueño de cualquier narrador. No necesita siquiera esforzarse en crear una atmósfera sórdida o editar los diálogos para estereotipar un poco a los personajes. «La Carlota se enrolla que te cagas», ya ven. Pero, por alguna razón, a la oposición de este país siempre parece que le falta algo, y eso es por la facilidad en que le hacen caer en el engaño.
Me refiero, claro, a esa fantasía de la línea roja. Un espejismo que se desvanecerá en cuanto se aproximen a él. El truco consiste en, ante un escándalo cualquiera, apresurarse a decir lo que no es para evitar que nos centremos en lo que se ha confirmado que es.
Todo hiede a financiación irregular en Ferraz. Si salía dinero en efectivo es porque entraba dinero en efectivo. No sólo tenemos los sobres, también el testimonio de empresarios que confiesan haber entregado bolsas de dinero en la sede. No es probable que, en una especie de delirio, alguien cometa perjurio para autoinculparse de un delito.
¿Pero para qué apresurarse? Hay un secretario de Organización en la cárcel y otro caminito de la prisión. Si hay un línea roja trazada un poco más allá, es que esto entra en los límites de lo aceptable. Terminarán consiguiendo que creamos que así es y que no merece un reproche moral financiarse las chicas de compañía con el sueldo público de una compañía estatal.