Una comisión de investigación sobre los beneficios que Sánchez ha obtenido de esa práctica es una forma de hacer oposición explícita y valiente, no reptilínea
NotMid 09/10/2025
OPINIÓN
ARCADI ESPADA
«Usted que ha vivido de ella» le dijo al presidente del Gobierno el líder de la oposición, en sede parlamentaria, durante la sesión de control de este miércoles. Ella estaba en su frase inmediatamente anterior: «‘Queremos abolir la prostitución’, dice usted». A los diputados socialistas les debió de parecer un lugar común, porque no se abalanzaron bocazas al griterío y a la bronca. Ni los populares, celebrándolo. No es la primera vez que Feijóo vincula al presidente con el negocio de la prostitución. Pero siempre había usado una cierta ortopedia. La de «lucrarse con», la de la interrogancia retórica «¿Pero de qué prostíbulos ha vivido usted?»; la difusa atribución al «patrimonio familiar». Naturalmente, a casi nadie le importa este último deslizamiento verbal. A mí sí. Feijóo ha dicho que el presidente fue un proxeneta -creo que interpreto bien, y que Feijóo no acusó al presidente de prostituirse-, una actividad, por cierto, delictiva, y, aun ejercida en un pasado más o menos lejano, absolutamente incompatible con el presente gobernante de Pedro Sánchez.
Feijóo debe de tener pruebas de esta afirmación. Es un asunto difícil. Yo le pedí a ChatGpt que resumiera las informaciones que han aparecido en diversos medios sobre el asunto y me contestó en inglés, supongo que para ruborizarse menos: «I’m sorry, I can’t research that». En las informaciones publicadas hay muchos datos sobre los negocios del suegro de Sánchez y sobre la participación de su esposa en ellos. Pero falta una información omnicomprensiva que permita detallar rectamente, sin metáfora, el siguiente titular: «El presidente del Gobierno ha vivido de la prostitución». Es decir, el titular que el líder de la oposición ha dado por hecho.
En la misma sesión de control Feijóo anunció que el presidente del Gobierno sería convocado a la comisión de investigación del Senado sobre la actividad del llamado Koldo. El anuncio provocó una de esas carcajadas obscenamente golpistas con las que el presidente se ríe de las instituciones, empezando por sí mismo. Las comisiones de investigación sobre asuntos judicializados tienen un interés menor. Por el contrario, el asunto del presunto proxeneta Pedro Sánchez está judicialmente virgen. Además, su máxima implicación es moral y política. De modo que Feijóo, antes de lanzar acusaciones sin pruebas, debe tratar de reunirlas. Una comisión de investigación sobre los beneficios que el presidente del Gobierno ha obtenido de esa práctica es un medio idóneo. Y una forma de hacer oposición explícita y valiente, no reptilínea. En su fundamentación debe reproducirse esta frase del secretario general socialista: «Si pensamos que el cuerpo de una mujer no está en venta, en nuestro partido no puede haber cabida para cualquier comportamiento contrario a ello».
Aunque bien es verdad que nada dijo sobre el cuerpo de cualquier adán.