El marido de Ivanka ha tenido un papel fundamental en el alto el fuego de Gaza. Decían que no iba a trabajar para el Gobierno en este segundo mandato
NotMid 13/10/2025
OPINIÓN
EMILIA LANDALUCE
En el mandato de Trump, su hija Ivanka y su marido, Jared Kushner, fueron dos de las personas más influyentes de su círculo íntimo. Mientras los dos vástagos mayores se dedican a hacer pasta con las criptos al amparo del Gobierno de su padre (hasta Ann Coulter reconoce que el actual presidente es el más corrupto de la historia de EEUU), los Kushner dijeron que no estarían tan presentes en este segunda presidencia. Entre las razones que se adujeron estaban las críticas de ciertos sectores MAGA -en España le habrían llamado el yernísimo-, que comulgan mal tanto con los negocios (pelotazos a la sombra del apellido) que hicieron los Kushner en el primer mandato como con que sean judíos. (Ivanka se convirtió).
El apartamiento solo ha durado unos nueve meses: los que Trump ha necesitado para darse cuenta de que no sabía lo suficiente para convencer a Netanyahu. (¿De dónde han sacado que un empresario era más duro de pelar que un político curtido?). Entonces volvió Kushner, que ha tenido un papel muy relevante en la firma de la paz en Gaza. Y el jueves se vio a Ivanka rezando en el Muro de las Lamentaciones.
Dicen en The Washington Post que Jared Kushner es el Kissinger de Trump. En 2016, cuando llegó a la Casa Blanca, el presidente mandó a su yerno a conocer al que fuera secretario de Estado de Nixon y el asesor más influyente en política exterior del siglo XX. Posteriormente, al parecer, Kushner preparaba para su suegro presentaciones sobre las conversaciones que mantenía con el ya anciano diplomático.
Desde entonces, hasta la muerte de Kissinger en 2023, mantuvieron encuentros regulares en los que el diplomático instruía al yerno de Trump. Las enseñanzas ya habían dado sus frutos cuando, en 2020, se firmó el Tratado de Abraham, por el que Emiratos Árabes Unidos reconocía el Estado de Israel. Esta semana, Kushner volvió a hacerse cuerpo presente para rematar los flecos que quedaban en la liberación de los rehenes por parte de Hamas y en la retirada de las tropas israelíes de Gaza. Es de suponer que al sector antisemita de los MAGA no le haga mucha gracia y que vuelvan a sacar a relucir el fondo de 2.000 millones que Kushner ha sacado adelante con Arabia Saudí. Veremos qué pasa ahora con Putin. La posición de Kissinger respecto a Ucrania es de sobra conocida.
La UE no pinta nada.