El ejército ruso bombardeó una zona residencial y una institución educativa en su última ofensiva por la madrugada del sábado. No se reportaron víctimas fatales y el Servicio de Emergencias extinguió los incendios
NotMid 18/10/2025
MUNDO
La guerra en Ucrania muestra una peligrosa escalada. La pasada medianoche, la región de Zaporizhzhia fue blanco de un intenso bombardeo ruso con 890 ataques, según informó Ivan Fedorov, jefe de la administración regional.
La ofensiva se centró en el sureste, utilizando 642 drones, en su mayoría FPV, y al menos tres lanzacohetes múltiple autopropulsado (MLRS). El saldo del ataque, aunque sin víctimas fatales reportadas en la mayoría de los incidentes, dejó una persona herida en el distrito de Polohivskyi y 21 informes de daños a viviendas, vehículos e infraestructura.
Entre los objetivos alcanzados se encuentran un colegio de tres plantas, impactado por un dron Shahed de fabricación iraní, y un edificio administrativo, donde los Servicios de Emergencia lograron controlar a tiempo un incendio.

Una institución educativa se incendió en Zaporizhzhia tras un ataque ruso contra Ucrania
Estrategia de invierno y armas de largo alcance
Esta reciente ofensiva se inscribe en un patrón de ataques intensificados, especialmente a medida que se acerca el crudo invierno. Los bombardeos a centrales eléctricas y de gas buscan afectar el suministro civil, una táctica que Kiev acusa al Kremlin de usar para eliminar a civiles.
El aumento de la agresión rusa coincidió con la visita del presidente ucraniano Volodimir Zelensky a Washington, donde se reunió con su par estadounidense, Donald Trump. El tema central de la discusión fue el suministro de armas clave.

Los Servicios de Emergencia de Ucrania apagaron el incendio en los edificios
Zelensky reiteró la necesidad de los misiles de largo alcance Tomahawk para alcanzar objetivos en territorio ruso. Aunque se mostró cauto al no hacer un anuncio público, el líder ucraniano envió un mensaje directo a Moscú: “Rusia le tiene miedo a los Tomahawk, realmente les teme, porque es un arma muy potente”. Argumentó que su entrega podría obligar a Vladimir Putin a tomar “más en serio” las negociaciones de paz.
Por su parte, el inquilino de la Casa Blanca mantuvo una postura cauta, explicando que la administración busca “evitar una escalada” en el conflicto con Rusia. “Tengo la obligación también de asegurar que estemos completamente abastecidos como país”, señaló Trump, indicando su preferencia de que el conflicto concluya antes de que Ucrania necesite los Tomahawk.
Tras el encuentro, que duró más de dos horas, Trump reafirmó su llamado al cese de hostilidades a través de su red social: “Ya se ha derramado suficiente sangre… Deberían parar donde están. Que ambos reclamen victoria y dejen que la historia decida”. Zelensky, sin embargo, se marchó con un tono optimista, escribiendo que “Contamos con la presión de Estados Unidos” y que “Rusia debe poner fin a la agresión que inició”.
Agencias