NotMid 30/12/2025
USA en español
Washington – En lo que marca un giro agresivo en la política exterior de la administración Trump, la CIA llevó a cabo la semana pasada un ataque con drones contra una instalación portuaria en Venezuela. La operación, confirmada por fuentes familiarizadas con el caso, representa la primera incursión militar estadounidense conocida dentro del territorio venezolano, elevando drásticamente la campaña de presión contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Un golpe estratégico al narcotráfico
El objetivo del ataque fue un muelle que, según informes de inteligencia de EE. UU., era utilizado por la banda criminal Tren de Aragua para almacenar narcóticos y coordinar envíos marítimos. Aunque el bombardeo destruyó la infraestructura de carga, las fuentes confirmaron que no hubo víctimas mortales, ya que las instalaciones se encontraban vacías al momento del impacto.
A pesar del hermetismo que suele rodear las operaciones de la CIA, el propio presidente Donald Trump rompió el protocolo al confirmar la autoría de Washington durante una comparecencia en Mar-a-Lago:
“Hubo una gran explosión en el área del muelle donde cargan los barcos con drogas. Atacamos la zona de implementación… eso ya no existe”, declaró el mandatario el pasado lunes.
De aguas internacionales a territorio soberano
Hasta ahora, las operaciones militares de EE. UU. se habían limitado a aguas internacionales, mediante la interceptación de barcos sospechosos y el decomiso de petroleros bajo sanciones. Sin embargo, este ataque con drones (probablemente efectuado el miércoles pasado) cumple las recientes advertencias de Trump sobre ampliar la ofensiva a objetivos terrestres.
La operación subraya un doble objetivo para la Casa Blanca:
- Debilitar al Tren de Aragua, organización criminal que EE. UU. vincula directamente con el Palacio de Miraflores.
- Acorralar al gobierno de Maduro, sobre quien pesa una recompensa de 50 millones de dólares por su captura.
Silencio oficial y tensiones internas
Mientras la Casa Blanca y la CIA declinaron hacer comentarios oficiales, en Caracas la respuesta fue cautelosa. El ministro del Interior, Diosdado Cabello, evitó referirse directamente al ataque, pero denunció lo que calificó como meses de “locura imperial” y “piratería”.
Por otro lado, existe un debate interno en Washington. Mientras la administración Trump sostiene que existe una alianza estrecha entre Maduro y el Tren de Aragua, algunas agencias de inteligencia han expresado dudas sobre la profundidad de esos vínculos.
El regreso de los drones de la CIA
El uso de drones por parte de la CIA evoca las campañas antiterroristas de la era Obama en lugares como Yemen o Somalia. No está claro si el equipo utilizado —posiblemente un MQ-9 Reaper equipado con misiles Hellfire— pertenecía a la agencia o fue prestado por el Pentágono, que mantiene activos militares en bases de Puerto Rico.
Este movimiento deja una interrogante abierta: ¿Es este un evento aislado o el inicio de una campaña de bombardeos selectivos en territorio venezolano?
Agencias
