El secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, afirmó que la medida demuestra la determinación compartida entre Estados Unidos y Europa para sostener a Kiev frente a las agresiones de Moscú
NotMid 15/07/2025
EUROPA
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha respaldado la reciente decisión del Gobierno de Estados Unidos de autorizar la venta de armas a países aliados para su posterior transferencia a Ucrania, calificándola como una clara señal de cohesión entre Washington y Europa frente a la agresión militar rusa. Esta declaración se produce tras una reunión entre Rutte y el presidente Donald Trump en la Casa Blanca.
La medida, valorada en miles de millones de dólares e incluyendo sistemas antimisiles Patriot, busca fortalecer las capacidades defensivas de Ucrania mediante entregas indirectas realizadas por naciones europeas que ya apoyan militarmente a Kiev.
Además, el presidente Trump ha lanzado una advertencia contundente: si en un plazo de 50 días no se logra un avance concreto hacia un acuerdo de paz, su administración impondrá aranceles del 100% a los países que mantengan relaciones comerciales con Moscú. Esta amenaza está dirigida directamente a socios como China, India y Brasil, criticados por Washington por sus intercambios energéticos con Rusia.

El jefe de la OTAN respaldó el envío de armas a Ucrania y advirtió al Kremlin: “Yo no estaría tranquilo si fuera Putin” (REUTERS/Yves Herman)
Rutte enfatizó que la decisión estadounidense de facilitar armamento a través de sus aliados europeos demuestra un compromiso conjunto. “Si estuviera en el Kremlin, no estaría tranquilo”, afirmó Rutte, señalando que esto “demuestra que hay una respuesta coordinada y que no se va a permitir que la guerra continúe sin consecuencias”.
El senador republicano Lindsey Graham también respaldó la presión económica, extendiéndola más allá de Rusia. “China, India y Brasil están financiando esta guerra al seguir comprando petróleo ruso. Eso tiene que parar”, declaró.

El secretario general de la Alianza Atlántica afirmó que la medida demuestra la determinación compartida entre Estados Unidos y Europa para sostener a Kiev frente a las agresiones de Moscú (REUTERS/Nathan Howard)
Desde Ucrania, el exministro de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, sugirió que la estrategia de negociación de Trump necesita ajustes. Aunque la presión de tiempo es útil, “no se puede aplicar solo a Ucrania. No puede haber incentivos para el agresor y sanciones para la víctima”, sostuvo.
A pesar de los repetidos intentos de Trump por lograr un acuerdo rápido, sus plazos autoimpuestos no han generado avances tangibles. La amenaza de aranceles globales es un nuevo intento de forzar resultados diplomáticos, mientras la OTAN reitera su respaldo a Ucrania “el tiempo que sea necesario”.
Agencias