Aún no se vislumbra una paz en el horizonte, tras el juego de adulación que Putin ha puesto en marcha ante los intentos apaciguadores de Trump
NotMid 17/10/2025
MUNDO
La Operación Militar Especial de Vladimir Putin supera ya en duración a la Guerra de Corea y a la Guerra Civil española, y se acerca al tiempo de la Primera Guerra Mundial. Con el frente atascado y la economía rusa en degradación, la diplomacia de la Administración Trump redefine la ecuación del futuro.
La Operación Militar Especial del régimen de Vladimir Putin dura ya 1.331 días y se acerca peligrosamente a la liga de los conflictos más largos de la historia contemporánea, superando a la Guerra de Corea (1.129 días) y la Guerra Civil española (988 días).
Tras cuatro años de fases dramáticas —desde la fallida ofensiva inicial rusa y la exitosa resistencia ucraniana en 2022, hasta la fallida contraofensiva de Kiev y la irrupción de la guerra drónica de 2025—, los dos ejércitos están hoy agotados por la sangrienta guerra de desgaste.
El factor Trump y el agotamiento ruso
A pesar del atascamiento del frente, no se vislumbra una paz en el horizonte. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha estado jugando a ganar tiempo ante los intentos apaciguadores de Donald Trump, pero el autócrata ruso ha forzado un cambio de enfoque en la Casa Blanca.
El último mensaje de Trump a Putin fue directo y sin rodeos: “Deja de matar ucranianos y deja de matar rusos”. Aunque la Casa Blanca está motivada a imponer “la paz por la fuerza” e ha identificado a Putin como el principal obstáculo, la probabilidad de forzar una paz duradera es baja, dado que para el régimen de Putin, esta guerra es “existencial”.
Llegados a este punto, con el cuarto invierno de la guerra llamando a la puerta, se distinguen estos cinco escenarios clave para el futuro del conflicto:
1. Donald Trump fuerza una paz precaria
Tras un éxito en Gaza, Trump ha encargado a su negociador que se centre en Ucrania. La Casa Blanca ahora busca imponer costos a Rusia si no negocia. Analistas sugieren mecanismos de presión como sanciones secundarias o suministro de armamento de largo alcance a Ucrania. Sin embargo, dado el carácter “existencial” de la guerra para el Kremlin, el Instituto para el Estudio de la Guerra advierte: “Las negociaciones no pueden poner fin a la guerra rusa contra Ucrania; sólo pueden pausarla”. La falta de garantías de seguridad haría que cualquier tregua fuera frágil.
2. La guerra escala y se contagia a la OTAN
Rusia está escalando su guerra híbrida contra Europa con operaciones de zona gris (sabotajes y hackeos) y violaciones del espacio aéreo. Los servicios secretos europeos, incluido el de Alemania, advierten que Moscú podría preparar una provocación directa contra un país de la OTAN, especialmente las tres repúblicas bálticas. Rusia busca probar la validez y la verdadera implicación de la Alianza y su Artículo 5. Una invasión terrestre, incluso pequeña, podría tener consecuencias catastróficas para la seguridad continental.
3. La guerra continúa en 2026
Este es el escenario más plausible: ni Ucrania va a rendirse ni Putin puede permitirse escapar sin algo que pueda llamar victoria. La guerra de desgaste continuará, sostenida por el apoyo occidental y el respaldo de países como China y Corea del Norte a Moscú. Europa sigue siendo el sostén principal del Estado ucraniano, mientras que el petróleo chino y la munición norcoreana mantienen a las tropas rusas. Según el ministro de Asuntos Exteriores polaco, “Ucrania está planeando esta guerra para otros tres años, y eso es razonable”.
4. La economía rusa se degrada y Putin debe negociar
Por primera vez, existe una preocupación real en el Kremlin sobre la rápida degradación de la economía de guerra rusa. Las reservas líquidas han caído drásticamente, y el país podría quedarse sin capacidad de cubrir déficits antes de finales de año. Los ingresos de exportación de petróleo sufren caídas por los ataques ucranianos a la capacidad de refinación, la inflación se mantiene alta y el crecimiento económico se ha moderado bruscamente. Aunque no se espera un colapso repentino, la degradación paulatina de la economía y el agotamiento de los almacenes militares soviéticos limitan la capacidad de Moscú de mantener la agresión a la intensidad actual mucho más allá de 2026.
5. El apoyo de los aliados se agota y Ucrania se ve obligada a ceder
Aunque es una posibilidad baja debido a la amenaza que sienten los socios fronterizos de Rusia, hipotéticos cambios políticos en Europa hacia posturas aislacionistas podrían debilitar el apoyo financiero y militar a Ucrania. El apoyo de Europa es hoy el ancla fiscal y militar que sostiene al Estado ucraniano y su ejército, especialmente ante el distanciamiento de la Administración Trump. La ayuda de la UE garantiza financiación civil (50.000 millones de euros del Ukraine Facility para salarios y pensiones) y apoyo militar masivo, incluyendo munición y formación de más de 80.000 militares. Sin este flujo de ayuda, Ucrania, que ya perdió músculo industrial y población, tendría mínimas posibilidades de mantener esta guerra de desgaste.
Agencias