Primero fue la invasión rusa de Ucrania; después, el regreso del republicano más indomable a la Casa Blanca. El posicionamiento de cada país ante las 304 resoluciones aprobadas por la ONU en los últimos cuatro años revela una escena internacional más dividida e imprevisible
NotMid 22/09/2025
MUNDO
En un contexto global de creciente confrontación, la Asamblea General de las Naciones Unidas no es una excepción. Desde la invasión rusa de Ucrania en 2022, las tensiones geopolíticas han redefinido las alianzas y han dejado su marca en las votaciones de la organización. Un análisis de las 304 resoluciones aprobadas por la Asamblea General desde febrero de 2022 revela una red compleja de afinidades y antagonismos.

Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad —Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y China—, que han liderado el destino del mundo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, ahora se encuentran cada vez más divididos. La invasión de Ucrania generó la primera gran grieta, distanciando a Moscú de las capitales occidentales y, en menor medida, de Pekín.

El regreso de Trump y la fractura occidental
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha abierto una segunda y profunda brecha, esta vez dentro del bloque occidental. Durante la presidencia de Trump, Estados Unidos ha votado consistentemente “no” a 29 de las 32 votaciones celebradas hasta la fecha, en 15 de las cuales se ha quedado completamente solo. En otras ocasiones, solo ha sido acompañado por países como la Argentina de Javier Milei o el Israel de Benjamin Netanyahu.
Un ejemplo notable de esta postura aislacionista ocurrió en febrero, cuando Washington votó en contra de una resolución que pedía una “paz justa y duradera” en Ucrania, una posición que lo alineó con Rusia y Corea del Norte. Esta votación marcó un quiebre histórico, ya que Estados Unidos nunca había votado en contra de Ucrania en esta materia desde la anexión de Crimea en 2014. Esta tendencia es consistente con el primer mandato de Trump, durante el cual se opuso a más del 70% de las resoluciones de la ONU, un marcado contraste con el 54% de rechazo de la administración Biden.

Actores secundarios y sus alineaciones
La posición de India, el país más poblado del planeta, es crucial. Aunque Nueva Delhi ha estrechado lazos con Rusia y China, ha optado por un camino de no alineación, absteniéndose en una de cada cuatro votaciones. Esta posición se ha mantenido en las 12 resoluciones sobre Ucrania.
Por su parte, Israel se mantiene firmemente alineado con Estados Unidos, una complicidad que se mantiene sin importar quién ocupe la Casa Blanca. Un ejemplo claro es el voto en contra de la resolución para poner fin al embargo a Cuba, en la que Washington y Tel Aviv se quedaron solos en su oposición. El apoyo de Estados Unidos a Israel en la cuestión palestina también es casi total, a excepción de unas pocas abstenciones durante la era Biden.

La postura de España muestra una fuerte alineación con sus vecinos europeos, especialmente con Francia y el Reino Unido, con quienes coincide en más del 82% de las votaciones. Las únicas diferencias notables surgen en resoluciones sobre descolonización y desarme.

El desarme: La mayor preocupación de la ONU
Aunque los conflictos acaparan los titulares, la mayoría de las resoluciones de la ONU se centran en el desarme. Estos textos suelen recibir un amplio apoyo, con un promedio de 147 votos a favor. Sin embargo, los principales opositores a estas resoluciones son las potencias clave. Por ejemplo, Estados Unidos se opone al 47% de estas resoluciones, mientras que Rusia, el Reino Unido e Israel muestran una resistencia similar. En contraste, China e India tienden a respaldar estas iniciativas, lo que subraya una clara división de intereses en este tema.
La información utilizada para este análisis proviene de la Biblioteca Digital de la ONU, una fuente que evidencia un panorama global cada vez más fracturado. En un mundo donde los conflictos y las diferencias ideológicas se intensifican, la ONU se enfrenta a un desafío sin precedentes para mantener la paz y la cooperación.
Gráficos y textos por Alberto Hernández
Dirección de arte: María González Manteca y Josetxu L. Piñeiro.
Agencias
