Del encuentro puede salir una tregua ahora y una guerra mañana. Es el problema de necogiar territorios con quien no acepta límites
NotMid 11/08/20253
MUNDO
El próximo viernes, 15 de agosto, los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Rusia, Vladimir Putin, se reunirán en Alaska para negociar un acuerdo de paz que ponga fin a la guerra en Ucrania. Este encuentro, sin la presencia del presidente ucraniano Volodímir Zelenski ni de la Unión Europea, ha sido calificado como de alto riesgo por expertos y analistas.
Las propuestas y sus implicaciones
La propuesta de Trump se centra en la resolución del conflicto territorial. Según lo anunciado, se contempla que algunas regiones ucranianas “quedarán en manos de Rusia”, aunque también se baraja un “intercambio de territorios para el beneficio de ambos”. La idea es encontrar una fórmula que permita a Zelenski “conseguir lo que necesita” para aceptar y firmar el acuerdo.
Sin embargo, esta estrategia ha sido rechazada tajantemente por Zelenski, quien ha advertido que cualquier acuerdo que excluya a Ucrania es una “solución muerta” y que su país no cederá sus tierras.
Un momento crítico y los riesgos para Trump
La reunión se produce en un momento de agotamiento en ambos bandos y de creciente frustración en Trump por la falta de disposición de Putin para terminar la guerra. El presidente estadounidense tiene prisa por lograr un acuerdo, lo que podría ser aprovechado por Putin para obtener concesiones. Según el analista Egor Kuroptev, “Trump ha vendido barata la concertación de la cita”, y la reunión podría suponer una victoria diplomática para Putin, quien rompería su aislamiento sin mayores concesiones.
El factor europeo y ucraniano
La ausencia de la Unión Europea y de Ucrania en la mesa de negociaciones complica seriamente el panorama. El nacionalismo ucraniano podría no perdonar un acuerdo débil y el líder ucraniano se enfrenta a la presión interna, con protestas en Kiev por una reforma anticorrupción. La analista Tatiana Stanovaya señala que Putin podría estar buscando una oportunidad para convencer a Trump de que el conflicto es resultado de “las causas profundas”, lo que, en la práctica, significaría una capitulación de Ucrania.
El disidente ruso Garry Kasparov ha advertido que “rehabilitar al invasor criminal de guerra ruso a expensas de Ucrania confirmará que tener armas nucleares propias es la única defensa fiable”.
El plan de Putin y el futuro de Ucrania
El plan de Putin nunca fue puramente territorial, sino geopolítico: busca que la OTAN deje de proteger a Europa Central y que Ucrania quede bajo un gobierno obediente a Moscú. La propuesta de Estados Unidos, que al parecer ha gustado al Kremlin, podría consistir en una tregua aérea o en un “frente congelado”, lo que no resolvería el problema de fondo.
A largo plazo, el tiempo podría estar a favor de Ucrania, ya que el régimen de Putin está atado a la salud de un líder de 72 años, mientras Ucrania avanza hacia una homologación política con Europa. Sin embargo, en el corto plazo, Moscú sigue siendo un obstáculo eficaz para que otros logren sus objetivos.
Agencias