NotMid 11/04/2022
ASIA
La provincia china de Jilin, China, anunció que seguirá trabajando para garantizar que se mantenga la siembra de primavera a pesar del cierre por COVID-19. Sin embargo, los videos en línea muestran que la policía está interrumpiendo el trabajo de los agricultores en los campos a nivel de todo el país.
Ante el temor de que el retraso del arado de primavera pueda provocar una escasez de alimentos, los analistas afirman que la crisis va más allá de dejar los campos en reposo, y la verdadera crisis a la que se enfrentan los agricultores chinos son las semillas productivas y los fertilizantes.
Bloqueo amenaza el suministro de alimentos
Jilin está situada en el cinturón del maíz de China, una importante región de procesamiento y producción de cereales del país.
Las autoridades cerraron toda la provincia el 14 de marzo.
El cierre afecta a 24 millones de personas y amenaza al suministro nacional de alimentos.
El 6 de abril, las autoridades de Jilin afirmaron que para salvaguardar la siembra de primavera, más del 80 por ciento de las parcelas de siembra que cubren 19,768 acres de tierra estaban listas, y más del 90 por ciento de las semillas de maíz y soja habían sido entregadas.
Sin embargo, los vídeos chinos publicados en Internet muestran cómo la policía local desaloja a los agricultores de varias partes del país mientras aran los campos por violar los cierres, sometiéndolos a las pruebas de detección del virus o enviándolos a una cuarentena durante 14 días.
La edición china de The Epoch Times sólo pudo ponerse en contacto con una empresa local de semillas para confirmar la línea oficial sobre la disposición de las semillas. El empleado dijo que la compañía había estado cerrada desde el cierre a principios de marzo.
“En la pandemia, todo el mundo se queda en casa para la prueba del PCR”, dijo el empleado añadiendo que no sabía cuándo se reanudaría la actividad.
Crisis de semillas puede provocar escasez de alimentos
Un periodista chino, Liu, que pidió el anonimato, señaló que la falta de semillas productivas es más grave que las restricciones durante el cierre.
“Las semillas y los fertilizantes son los dos elementos principales para la siembra de primavera. Pero las semillas chinas productivas tienen un precio elevado”, dijo el periodista.
Según Liu, muchos agricultores chinos se han convertido en víctimas de la práctica de una opaca adquisición en China. Algunos incluso han tenido una cosecha casi nula por culpa de las semillas no productivas.
Las semillas están controladas por entidades extranjeras y son muy caras, explicó. “Los agricultores ya no guardan las semillas buenas de la cosecha anterior como en los viejos tiempos”, añadió Liu.
“Las empresas extranjeras controlan la tecnología de las semillas que llegan a China. Algunas empresas nacionales de semillas, completamente alejadas de la tecnología moderna llegaron a vender semillas de calidad inferior que reivindicaban como semillas autocriadas. Como resultado, los agricultores tuvieron una mala cosecha”, dijo a continuación.
Liu culpó a los numerosos productores de semillas de cultivo chinos de los problemas con las semillas.
A lo largo de los años, los agricultores chinos han sufrido pérdidas económicas debido a las semillas de calidad inferior.
En un informe de los medios de comunicación chinos de 2019, un caso de semillas de calidad inferior costó a 205 agricultores de la provincia de Jiangxi alrededor de 726,000 dólares de pérdidas, en un total de 800 acres de campos.
En 2020, las semillas falsas hicieron que no se cosechara en un campo de 279 acres en el que participaban 40 agricultores de Mongolia Interior.
Chen Weijian, un editor jefe de la revista china de derechos humanos Beijing Spring, indicó que los cierres afectarán gravemente al precio y a la producción de fertilizantes y pesticidas.
“Sin pesticidas y fertilizantes, no hay productividad en el suelo chino”, dijo Wijian.
“Creo que la crisis alimentaria en China se acentuará dentro de dos o tres años”, añadió, en referencia a la enorme pérdida de tierras de cultivo durante los años de expropiación de tierras rurales impulsada por el gobierno.
Recientemente, Beijing obligó a las zonas rurales a restaurar los campos de cultivo en varias partes del país. Algunos funcionarios locales respondieron a esta última política convirtiendo las canchas de baloncesto y las carreteras en campos de cultivo, colocando capas de tierra sobre el cemento para su plantación.
Esto revela que la escasez de alimentos ha llegado a un punto embarazoso para Beijing, según Chen
LGE