Pekín utiliza viajes para periodistas y alianzas mediáticas para promover su visión de un mundo multipolar y contrarrestar la hegemonía de Occidente.
NotMid 21/09/2025
ASIA
El lanzamiento de ‘Conexión China’ en Radio Exterior de España, el sexto programa de la emisora pública en una lengua extranjera, es un reflejo de la creciente estrategia de influencia de Pekín en los medios occidentales. La primera emisión contó con la entrevista al embajador chino en Madrid, Yao Jing, quien destacó el desarrollo del país y la solidez del modelo chino, afirmando que las relaciones entre España y China están en su mejor momento.
Este programa no es un evento aislado. Su gestación se remonta a un viaje pagado a Pekín para periodistas españoles, financiado por el Gobierno chino a través de varias organizaciones estatales. Durante esta visita, que incluyó un curso de periodismo organizado por el Ministerio de Comercio y el Grupo de Comunicaciones Internacionales de China (CICG), directamente dependiente del Partido Comunista Chino (PCCh), se anunció el nuevo espacio radiofónico.
La estrategia de ‘encanto’ en España y más allá
La llamada “ofensiva de encanto” de China invierte cada vez más en organizar viajes de cortesía para periodistas, académicos, políticos e influencers. Estos viajes, diseñados a medida, ofrecen una visión cuidadosamente curada de China, desde sus maravillas culturales como los guerreros de terracota y el skyline de Shanghái, hasta la invitación a importantes citas políticas.
En España, una figura habitual en estos foros es el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien participa en eventos alineados con la visión de Pekín sobre un mundo multipolar. También han visitado China, de la mano del think tank Cátedra China, cercano al PCCh, varios grupos de diputados, alcaldes y empresarios, evidenciando el alcance de esta estrategia más allá del ámbito periodístico.
La construcción de una narrativa global alternativa
La ofensiva de Pekín no se limita a Europa. En el Sur Global, China busca activamente contrarrestar el control occidental sobre las noticias y narrativas. La agencia estatal Xinhua ha organizado foros para fortalecer su red de medios y centros de investigación, mientras que el canal en español de CGTN, de propiedad estatal, ha ganado terreno en América Latina, donde China ha superado a Estados Unidos como principal socio comercial en América del Sur.
Aunque el impacto de CGTN en España es limitado, la agencia Xinhua ha recurrido a la publicidad encubierta en periódicos nacionales. Recientemente, una delegación de medios chinos, liderada por altos cargos del Diario del Pueblo (órgano oficial del PCCh), visitó Madrid para buscar acuerdos de cooperación.
Esta estrategia mediática ha sido particularmente exitosa en África, donde CGTN, con acuerdos de difusión en grandes medios locales, ofrece una perspectiva china sobre noticias africanas e internacionales. Las autoridades chinas han proporcionado infraestructura satelital a miles de aldeas, llevando su influencia directamente a los hogares africanos.
De la influencia mediática a la reestructuración geopolítica
La Iniciativa de Gobernanza Global (GGI), presentada por el presidente Xi Jinping en una cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), representa la culminación de esta estrategia. Rodeado de líderes como Vladímir Putin y Narendra Modi, Xi equiparó el desorden actual con el caos post-Segunda Guerra Mundial, posicionando a China como el líder de un nuevo orden global más “justo y razonable” para contrarrestar la hegemonía de Estados Unidos.
Esta visión, reforzada con un gran desfile militar por el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, fue interpretada por expertos como un movimiento calculado para atraer a naciones desilusionadas, especialmente del Sur Global.
China continúa consolidando bloques alternativos, como la OCS y los BRICS, como contrapeso a la influencia occidental. La ofensiva de Pekín, que se extiende desde la ‘diplomacia del panda’ hasta la ‘gobernanza global’, busca redefinir el poder mundial, posicionando a China no solo como una potencia económica, sino también como el epicentro de un nuevo orden multipolar.
