Los expertos en seguridad alimentaria revelan dónde ubicar este producto para evitar riesgos de contaminación bacteriana
NotMid 14/08/2025
Ciencia y Tecnología
¿Alguna vez te has preguntado por qué los huevos están a temperatura ambiente en el supermercado, pero en casa se recomienda guardarlos en el refrigerador? La respuesta no es un capricho, sino una medida crucial de seguridad alimentaria que tiene que ver con la biología del huevo y las condiciones de tu hogar.
La clave de este misterio reside en la cutícula, una capa protectora invisible que recubre la cáscara del huevo. Esta capa actúa como un barniz natural, sellando los miles de poros microscópicos de la cáscara e impidiendo la entrada de bacterias peligrosas como la salmonella.
El Enemigo de la Cutícula: El Cambio de Temperatura
Aunque la cutícula es una defensa sofisticada, tiene una debilidad crítica: los cambios bruscos de temperatura. Cuando un huevo refrigerado se expone a un ambiente más cálido (como el baúl de un coche en un día caluroso), se forma condensación en su superficie. Esta humedad disuelve la cutícula, dejando los poros de la cáscara desprotegidos y facilitando la entrada de patógenos.
Por esta razón, en muchos supermercados los huevos se mantienen a una temperatura ambiente constante (alrededor de 18 °C). Esto evita la condensación y preserva la cutícula intacta hasta que los llevas a casa. Sin embargo, en el entorno doméstico la situación es distinta.
Las cocinas de nuestras casas son un hervidero de fluctuaciones térmicas: el calor de la estufa, la apertura de ventanas, el ciclo del día y la noche. Estas variaciones crean el ambiente perfecto para la condensación, comprometiendo la protección natural del huevo. La refrigeración en casa resuelve este problema al proporcionar un entorno de temperatura estable, preservando la cutícula y, por lo tanto, la seguridad del producto.

El Lugar Ideal para los Huevos en tu Refrigerador
La ubicación de los huevos en la heladera es tan importante como la decisión de refrigerarlos. Los expertos en seguridad alimentaria son categóricos: los compartimentos de la puerta del refrigerador no son el lugar ideal. Cada vez que abres la puerta, estos compartimentos sufren el mayor cambio de temperatura, lo que aumenta el riesgo de condensación y de que la cutícula se disuelva.
La mejor práctica es almacenar los huevos en las bandejas interiores, donde la temperatura es más estable y constante. Dejar los huevos en su empaque original también proporciona una protección adicional contra las fluctuaciones térmicas y la absorción de olores.

Unas Recomendaciones Clave
- Refrigera de inmediato: Al llegar a casa, coloca los huevos en el refrigerador lo antes posible.
- No laves los huevos: El agua elimina la cutícula. Lávalos solo justo antes de cocinarlos.
- Evita los compartimentos de la puerta: Usa los estantes interiores de tu refrigerador.
- No rompas la cadena de frío: Una vez refrigerados, no los vuelvas a dejar a temperatura ambiente.
Al seguir estos sencillos consejos, te aseguras de que tus huevos se mantengan frescos, seguros y con sus propiedades nutricionales intactas hasta el momento de su preparación.
Agencias