ERC y Junts se pelean entre ellos contra Pedro Sánchez, que es todo lo que puede unirse el independentismo catalán
NotMid 30/09/2023
OPINIÓN
RICARDO F COLMENERO
MARTES
CANTERA
Por la tarde escucho al enano que se descojona delante de la tele. Recordaba haberla dejado de fondo con el debate de investidura de Feijóo. Me levanto para comprobar si había cambiado de canal para ponerse dibujos pero no, ahí sigue el pleno. El enano me señala la tele y se ríe con maldad delirante, de quemar mendigos. Descubro que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, acaba de reprender a la bancada popular: «Se recuerda a los señores diputados que no está permitido patalear en su escaño».
MIÉRCOLES
MARRUECOS
Ya casi nadie se acuerda de Marruecos. Ni siquiera para denunciar que mucho acordarse de Marruecos pero que ya nadie se acuerda de los barracones de las familias en La Palma, de las 200 familias que 12años después siguen esperando ayudas por el terremoto de Lorca; o de los cinco años que en Mallorca llevan esperando que no llueva sobre el torrente que mató a 13 vecinos. A cada desgracia natural, o a cada seísmo, le sigue inexorablemente la misma réplica: el olvido y el recuerdo de todos los olvidos.
JUEVES
AMNISTÍA
Ana, mi cuñada, trabaja en una compañía de seguros. Últimamente tiene que responder a un montón de preguntas de clientes por el seguro de responsabilidad civil de los perros.
– ¿La ley también se aplicará en Cataluña?, le consultó hoy una señora.
Preguntar si una ley estatal es de obligado cumplimiento para los catalanes me parece una pregunta de lo más pertinente en 2023. La duda no es ya si me multarán por no tener seguro, sino si mi perrete podría ser también amnistiado en caso de morder, en virtud de una ley injusta de un estado opresor. No se me ocurre mayor represión que la de un perrete que quiere morder y no le dejan. La lista de amnistiados y el listón se pone más alto para Pedro Sánchez.
…
El alcalde de Madrid, Martínez Almeida, se lleva en el salón de plenos tres cachetes de Dani Viondi, un amigo de Pedro Sánchez, y concejal del PSOE, que ha acabado expulsado del pleno, del PSOE y de Sánchez, no sabemos en qué orden. «Dales fuerte, my friend», le decía el presidente a Viondi en un viejo tuit, que adelanta estos días en popularidad a su ya mítico «Sed malos».
VIERNES
HOMBRE DE ESTADO
Núñez Feijóo me recuerda a lo que echaba de menos a Rajoy y a Pablo Iglesias, los últimos en el noble arte de «confundir la sorna con la provocación», que criticaba Aitor Esteban, quien volvió a votar que él es más de lo que dice el socialista Óscar Puente. Por cierto, menuda bajona lo del portavoz del PSOE en el segundo debate, después del espectáculo del martes. Aunque bien mirado, ya sólo podría superarlo haciendo como el Nelson de Los Simpson: colocarse los micros y empezar a hacer pedorretas con el sobaco.
Tampoco es que espere mucho más de la oratoria del Congreso. Me persigue la decepción que perseguía a Mark Twain: «Hay dos tipos de oradores: los que están nerviosos y los que mienten». También rescato al señor ese de Izquierda Unida que vestía como un conductor del Alsa, y que en su réplica a Feijóo relajó un poco a Yolanda Díaz, de la que Bustos dice que más que ocupar un escaño ocupa un toro mecánico. A este ritmo superará el nivel de agitación de Carmina Ordoñez, a quien alguien calificó como la mano que mueve la melena. Yolanda no necesita mano. Le basta un tirón de cuello para ocultarse bajo sus ondas rubias, que es lo que queda en España del telón de acero, y que sirve para separar a la izquierda del rostro que tiene la vicepresidenta en funciones.
En la segunda votación queda en evidencia que Feijóo lo tenía más fácil de lo que lo va a tener Pedro Sánchez. También más fácil de lo que lo tenía el PNV, quien habría muerto rápidamente atándose a Vox, o más lentamente, hasta que nadie sea capaz de saber qué ofrece distinto de Bildu y el PSOE.
ERC y Junts se pelean entre ellos contra Sánchez, que es todo lo que puede unirse el independentismo catalán. Cualquiera de sus miembros podría decir del otro lo mismo que el viejo Logan Roy de Succession pensaba sobre los niños: «Los quiero, pero no son gente seria». El plan inicial consistía en mostrarle al pueblo catalán quién era capaz de hacer llegar a Sánchez más lejos, desde la amnistía hasta el referéndum. Ahora parece que el ganador, al menos a ojos del pueblo catalán, será el que se retire en el último momento, dejando al otro como un vendido, y a Sánchez como un hombre de Estado.