“Espero que no ocurra”, afirmó el primer ministro israelí. “Espero que podamos hacerlo de forma pacífica. Estamos preparados para ello”, remarcó
NotMid 15/10/2025
MUNDO
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha lanzado una severa advertencia al grupo terrorista Hamás, señalando que, si no acata la orden de desarmarse estipulada en el acuerdo de paz, “se desatará el infierno”.
En una entrevista con CBS News, Netanyahu defendió la continuidad del plan de 20 puntos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprobado tanto por Israel como por Hamás. Dicho plan exige que el grupo palestino entregue sus armas, desmilitarice la Franja de Gaza y detenga la fabricación y el contrabando de armamento en sus fronteras.
“Acordamos darle una oportunidad a la paz”, afirmó Netanyahu al ser cuestionado sobre la situación actual, con las Fuerzas de Defensa de Israel aún desplegadas y Hamás reafirmando su control en partes de la Franja. El jefe de gobierno parafraseó la reciente amenaza de Trump, quien había advertido que si Hamás no cumplía con su parte, “los desarmaremos, quizás violentamente”.
“Acordamos completar la primera parte, y ahora demos una oportunidad para hacer la segunda”, señaló Netanyahu, expresando su esperanza de que Hamás entregue sus armas de forma pacífica. Sin embargo, enfatizó el riesgo: “Espero que no ocurra [la violencia]. Espero que podamos hacerlo de forma pacífica. Estamos preparados para ello”, agregó.
Exigencia de cuerpos y futuro de la guerra
El acuerdo, mediado por la administración Trump, ha facilitado hasta ahora la liberación de 20 rehenes israelíes con vida a cambio de casi 2.000 prisioneros y detenidos palestinos. No obstante, la liberación de cuerpos ha sido parcial: Hamás entregó los restos de ocho rehenes entre el lunes y el martes, pero aún quedan 20 cuerpos sin recuperar, según el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas, que ha exigido suspender el plan de paz “hasta que todos los fallecidos sean devueltos”.
El intercambio de prisioneros fue un paso clave dentro del acuerdo diseñado para poner fin a los dos años de conflicto en Gaza. El plan también contempla la retirada gradual de Israel de partes de la Franja y la entrada inmediata de ayuda humanitaria completa al enclave.
Al ser consultado sobre las condiciones para declarar el fin de la guerra, Netanyahu adoptó una postura de largo plazo: “Creo que, en el futuro previsible, no solo para Israel sino para el mundo libre y civilizado, hay que mantener la capacidad de defenderse, porque la libertad no es permanente ni automática. Si no se pueden defender las sociedades libres, serán superadas por regímenes autoritarios o totalitarios”.
Cuando el entrevistador sugirió que esto sonaba a estar “en guerra durante otros cien años”, el primer ministro replicó que “la manera de alcanzar la paz es mediante la fuerza”. Recordó los históricos acuerdos de normalización firmados en 2020 con Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Marruecos y Sudán, afirmando: “Creo que tenemos la oportunidad de hacer la paz con muchos más… y eso, creo, sería el mayor regalo que podemos ofrecer”.
Finalmente, al ser consultado sobre el comentario de Trump de que no era “el tipo más fácil con quien tratar”, Netanyahu respondió que esperaba que ello se debiera a que es “muy firme en los asuntos que atañen al futuro de mi país”, y que su trabajo es “proteger el Estado judío y asegurar el futuro del pueblo judío”.