El porcentaje baja al 17% para las personas que tienen vivienda en propiedad y pagan una hipoteca
NotMid 19/06/2023
ESPAÑA
Cuatro de cada diez personas que viven de alquiler en España -excluyendo aquellos que pagan un alquiler subvencionado, por debajo del precio de mercado- se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social, según los datos de Eurostat publicados la semana pasada, lo que sitúa a España como el país con el mayor porcentaje de toda la Unión Europea.
En ningún otro país del viejo continente existe tanta proporción de personas en alquiler que se encuentren en riesgo de pobreza o exclusión, es decir, que tengan una renta disponible inferior a 9.500 euros al año -el 60% de la mediana nacional de la renta disponible después de transferencias- o que trabajen solamente el 20% de su tiempo de trabajo potencial o menos.
Después de España se sitúa Malta, donde un 42,4% de las personas que viven de alquiler están en riesgo de pobreza; Rumanía, con una proporción del 37,8%; Bélgica, con un 37% de los alquilados en riesgo de pobreza; Italia, con un 36,3% y Lituania, con un 34,9%. La media de la Unión Europea se sitúa en el 31,4% y el país con menos vulnerabilidad de los alquilados es Países Bajos, dónde sólo un 14,3% está en riesgo de pobreza o exclusión.
La cantidad de personas en alquiler que tiene riesgo de pobreza se ha mantenido más o menos constante en los últimos años, con un ligero incremento respecto a los niveles previos a la pandemia: en 2019, cuando los alquileres aún no habían subido tanto, se encontraba en esta situación un 43,9% de las personas y España se situaba en tercera posición de la UE; mientras que en 2015 -el primer año del que hay datos en Eurostat-, ocupaba la séptima posición.
Esto supone que mientras en España esta tasa se ha mantenido enquistada, en otros países ha caído considerablemente. En 2015, Rumanía lideraba la clasificación, con un 65% de sus alquilados en esta situación y ahora esa ratio ha bajado al 37,8%, una reducción de 27 puntos.
La situación de vulnerabilidad de los alquilados en España es la más alta de la UE por diversas razones. Por un lado, por el fuerte incremento que se ha producido en los precios de las viviendas en alquiler (del 51,4% en los últimos diez años, según Fotocasa) en comparación con un incremento mucho más reducido de los salarios, del 3,4% en este periodo, según ese portal inmobiliario.
A esto se suma el efecto de la inflación en los últimos tres años, que ha encarecido la vida y reducido el poder adquisitivo de las familias. No sólo tienen que afrontar alquileres más altos, sino que todos los bienes y servicios que consumen son cada vez más caros, y enfrentan ese gasto con unas rentas que no se han revalorizado en la misma proporción.
La situación de los que tienen una vivienda en propiedad es mejor, pese a la reciente subida de los tipos de interés y el encarecimiento de las hipotecas. En total, un 17,8% de las personas que están pagando una hipoteca en España se encuentran en riesgo de pobreza, lo que sitúa al país el segundo peor de la UE por detrás de Grecia, donde un 23,8% están en esa situación. En otras grandes economías del euro como Francia sólo un 7,3% sufre este riesgo, mientras que en Alemania son el 8,5%.
Con el paso del tiempo, nuestra posición relativa frente a otros países ha empeorado, ya que en 2015 España tenía la quinta tasa más elevada de la UE de hipotecados en riesgo de pobreza y a cierre de 2022 se sitúa en segundo lugar. De cara a este año, la posición del país podría deteriorarse aún más a medida que el Euríbor sigue subiendo. Este viernes superó por primera vez desde noviembre de 2008 el nivel del 4%, lo que avanza un mayor encarecimiento de las cuotas de los hipotecados.
DIFERENCIAS POR ZONA Y NACIONALIDAD
En términos generales, un 26% de la población española se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión, la cuarta tasa más alta, pero existen importantes diferencias en función de la nacionalidad.
Así, en el caso de extranjeros residentes, un 53,5% tiene riesgo de caer en la pobreza, lo que sitúa a España como el país con mayor vulnerabilidad para el colectivo de inmigrantes. En Grecia (el segundo), un 50,5% de los foráneos está en esta situación de vulnerabilidad, mientras que el porcentaje baja ya al 44,2% en Francia, al 41% en Bulgaria y al 39,9% en Italia. Polonia es el país con menos problemática, ya que sólo un 11% de los inmigrantes tienen riesgo de pobreza.
Dentro de España se observan a su vez diferencias en función del lugar de procedencia de esos extranjeros. De los inmigrantes no europeos (latinoamericanos y marroquíes, en su mayoría), un 60,4% se encuentra en riesgo de pobreza, lo que dificulta su inserción en la sociedad; mientras que de los procedentes de otros países de Europa, un 39,4% sufre esta situación. En ambos grupos España es el país de la UE con más proporción de personas en riesgo de pobreza.
Respecto a 2019, último año previo a la pandemia, la proporción de extranjeros en situación de vulnerabilidad ha empeorado desde el 52% al 53,5%. Grecia superaba entonces a nuestro país, con un 52,8% de sus foráneos en riesgo de pobreza.
El hecho de que España se encuentre entre los países de la UE con más proporción de personas en riesgo de pobreza en muchos colectivos provoca que de las 256 zonas -ciudades, regiones, municipios- que rastrea Eurostat, España coloca dos entre las diez con más población en riesgo de pobreza: Ceuta y Melilla, con un 40,7% y 41,3%, respectivamente.
La región sudoriental de Rumanía es la que presenta una tasa más alta de personas en riesgo de pobreza (el 46,9%); seguida de Campania, una de las veinte regiones italianas situada en el sudoeste del país cuya capital es Nápoles (con el 46,3%); la zona sudoeste de Rumanía, que es una de región de desarrollo sin poderes administrativos (44,7%); Calabria, la punta de la bota de la península italiana (42,8%); la zona noroeste y central de Rumanía (41,9%); la región septentrional búlgara Severozapaden (41,4%); y la isla italiana Sicilia (41,4%).
La población en riesgo de pobreza en Ceuta (41,3%) y Melilla (40,7%) cuadruplica la de las comunidades autónomas en mejor situación, como la Comunidad Foral de Navarra, donde sólo un 14,5% de la población está en riesgo de pobreza, o el País Vasco, con un 15,7%. En la Comunidad de Madrid, un 20,3% está en esta situación, y en Cataluña, un 20,4%.
A simple vista se observa como el mapa de España queda dividido en dos mitades al norte y sur de la Comunidad de Madrid: todo el norte peninsular tiene tasas de pobreza inferiores al 24% y todo la zona meridional supera ese porcentaje y llega a duplicarlo, siendo las regiones costeras -tanto al norte como al sur- las que tienen los datos más extremos.
Respecto a los niveles previos a la pandemia, la mayor parte de regiones ha empeorado debido a las secuelas económicas del covid y, en comparación con otros países europeos, España ha pasado de tener una única ciudad entre las diez zonas con más población en riesgo de pobreza (Ceuta) a incluir también a Melilla.
RENTA Y TRABAJO, FACTORES CLAVE
El riesgo de entrar en la pobreza o de sufrir exclusión social está íntimamente ligado con el nivel de renta y este, a su vez, con la situación laboral de las personas.
Si dividimos la población en cinco grupos de menos a más ingresos y nos quedamos con el primer quinto (el primer quintil), es lógico que sean ellos los que tienen más riesgo de entrar en la pobreza, pero según los datos de Eurostat, sólo hay siete países en la UE en los que el 100% de las personas que pertenecen a ese grupo están en riesgo de entrar en la pobreza. Uno de ellos es España y los otros seis son Bulgaria, Estonia, Italia, Letonia, Lituania y Rumania. De media en la UE, un 84,8% de las personas del primer quintil de renta tiene riesgo de pobreza.
En cuanto al empleo, un 35% de los desempleados en España tienen riesgo de entrar en la pobreza (lo que nos sitúa en el octavo puesto de la UE), mientras que en el caso de los ocupados esta tasa baja al 15%. Aún así, que un 15% de las personas que tienen un empleo en el país esté en riesgo de pobreza refleja la precariedad que sufren -por salarios bajos y/o pocas horas de trabajo- y sitúa a España en el cuarto peor puesto de la UE.
En Rumania, un 23,7% de los ocupados está en riesgo de pobreza; en Bulgaria, un 16%; y en Grecia, un 15,6%. De media en la UE esta tasa se sitúa en el 11,1%.
Agencias