NotMid 30/07/2025
EDITORIAL
Un año después de su fraude en las elecciones presidenciales, el régimen de Nicolás Maduro mantiene su dictadura en medio de una creciente represión, al margen de la Venezuela real. Así se volvió a demostrar en los comicios municipales del domingo, una nueva farsa que la ciudadanía rechazó de plano, con una abstención mayoritaria. La voluntad de libertad y cambio del pueblo venezolano, la misma que propició en julio de 2024 la victoria de Edmundo González impulsada por la valentía de María Corina Machado, es la esperanza en medio de una maquinaria que ha consolidado el terror como herramienta de Estado, y que ha intentado sin éxito llevar a la gente a las urnas para intentar legitimarse.
Si las elecciones municipales hubiesen tenido garantías y se hubieran repetido los resultados de hace un año, la oposición democrática habría obtenido la práctica totalidad de las alcaldías, que caerán sin embargo en manos del chavismo. A pesar del omnipresente aparato propagandístico de Maduro, que ha vendido como un éxito el reciente canje de presos y deportados con EEUU y El Salvador, la sociedad venezolana está hastiada de la cruel represión y de los despropósitos políticos y económicos de un presidente incapaz e ilegítimo.
La comunidad internacional, y sobre todo España por sus lazos, tiene la responsabilidad de redoblar la presión contra la dictadura.