Los principales economistas jefe del mundo alertan de que la deuda pública supera los 100 billones con riesgo de ser insostenible
NotMid 24/09/2025
EUROPA
El mundo se acerca a una desaceleración económica, y según un informe del Foro Económico Mundial (FEM), el principal culpable no es lo que podríamos pensar. La clave está en la polarización social y la inestabilidad política, factores que dependen directamente de los gobiernos y que, de acuerdo con la mayoría de los economistas encuestados por el FEM, son la mayor amenaza para el crecimiento global en los próximos tres años.
Este diagnóstico coincide con la situación de España, donde la incertidumbre política ya es vista como el principal freno para la inversión, incluso por encima de la falta de mano de obra cualificada, según el Banco de España.
La deuda: una montaña que ya es insostenible
Este debilitamiento del crecimiento llega en el peor momento posible: la deuda pública global ha superado los 100 billones de dólares por primera vez. El informe del FEM, basado en datos de la UNCTAD, muestra una creciente preocupación entre los economistas sobre la sostenibilidad de esta deuda, especialmente en las economías avanzadas.
Sorprendentemente, países que antes se consideraban financieramente fuertes ahora también están aumentando su deuda de forma sin precedentes. Ejemplos como el déficit de EE. UU. (que superará el 7% del PIB) o la expansión fiscal de Alemania demuestran que la relajación en las políticas de gasto ya no es exclusiva de las economías en desarrollo.
España, junto con Grecia, Italia y Francia, se encuentra en el grupo de los países europeos más endeudados, lo que la coloca en una posición vulnerable si se materializa el fantasma de una crisis internacional de deuda.
El futuro: ¿quiénes se salvan?
El informe del FEM también destaca que el panorama económico no es uniforme. Mientras que Europa y EE. UU. enfrentan un crecimiento débil, la inflación y los desafíos geopolíticos, los mercados emergentes como los de Oriente Próximo y el sudeste asiático se perfilan como los principales motores de crecimiento.
Por otro lado, la situación de China es más moderada, con la mayoría de los economistas anticipando un crecimiento moderado en el gigante asiático.
Como resume Saadia Zahidi, del Foro Económico Mundial, el nuevo entorno económico está marcado por las disrupciones y la incertidumbre. Para sortear esta turbulencia, los líderes globales tendrán que adaptarse urgentemente y colaborar para transformar los desafíos actuales en una mayor resiliencia económica.
Agencias