Más de 50 millones de personas están llamadas a votar en un país acostumbrado a los giros imprevistos
NotMid 25/09/2022
EUROPA
Los italianos han comenzado a votar para elegir un nuevo parlamento, un proceso en el que la extrema derecha aparece como favorita para dirigir el país por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.
¿QUÉ SE CELEBRA EN ITALIA?
Tras la caída de Mario Draghi hoy se celebran elecciones para la renovación del Parlamento (y además, regionales en Sicilia). Los colegios abren a las 07.00, cerrarán a las 23.00 y están llamados a votar 50,9 millones de electores para Congreso de los Diputados y Senado. Eso incluye a los italianos residentes en el extranjero, que tienen su propia circunscripción en ambas cámaras, y que son casi cinco millones de personas.
¿SE ELIGE AL PRIMER MINISTRO O AL PRESIDENTE?
No. Italia no tiene un sistema presidencial. Se escogen diputados y senadores nada más. Después, con los resultados definitivos, tras consultar a todas las fuerzas y calcular si hay apoyos suficientes para formar una mayoría, el presidente de la República, Sergio Mattarella, designará a quien esté en grado de formar Gobierno para que le presente una propuesta concreta.
¿ES COMPLICADO EL PROCESO?
Sí, mucho, tanto la forma de votar, como el sistema electoral como las negociaciones posteriores. De las urnas tienen que salir 400 diputados y 200 senadores ‘nada más’, después de que la última reforma haya reducido el tamaño de las instituciones. Hasta ahora había 630 diputados y 315 senadores. El sistema de reparto, conocido como Rosatellum bis, es una mezcla de proporcional y mayoritario. De los 400 diputados, 244 se escogen con un sistema proporcional, 148 en colegio uninominales por pura mayoría y 8 en la circunscripción para los que residen en el exterior. El Senado contará con 200 miembros (sin sumar a los vitalicios) de los que 122 saldrán por un sistema proporcional, 74 de forma uninominal y 4 en la circunscripción exterior. Por si no fuera suficientemente complicado, la forma de depositar el voto cambiar de las locales a las regionales o las europeas. En algunas hay que poner el nombre y en otras marcar una cruz, al candidato o a la coalición. Para evitar sustos a las ‘estrellas’, el sistema prevé que un candidato pueda figurar en la lista uninominal que desee (donde sólo sale un candidato por circunscripción, el ganador se lo lleva todo) pero también en hasta cinco listas donde se distribuirán los escaños de forma proporcional, en función del porcentaje de voto para cada coalición. Las listas son paritarias, con un mínimo del 40%.
¿QUÉ INCENTIVOS DA ESE SISTEMA?
A formar coaliciones, sin duda, para empezar porque hay un umbral mínimo del 3% para que un partido pueda tener representación (del 10% para las coaliciones). De ahí por ejemplo que el autodefinido como centroderecha agrupe a Hermanos de Italia, Liga, Forza Italia y algunas pequeñas formaciones. La izquierda ha sido incapaz de ir unida. El Centro Izquierda va con el Partido Democrático de Enrico Letta, +Europa de Emma Bonino, la Alianza Verde Izquierda e Impegno Civico, que es a su vez la unión del nuevo partido de Luigi Di Maio y el Centro Democrático de Bruno Tabacci. Luego está el Terzo Polo, la singular fusión de Carlo Calenda y Matteo Renzi. Y el Movimiento Cinco Estrellas de Giuseppe Conte, en solitario. Además hay partidos pequeños que tendrán difícil la representación, como el Italexit del periodista Gianluca Parangone, que trabajó en el periódico de la Lega Nord y fue senador por Cinco Estrellas, y que aboga por la salida inmediata de la UE. Entre sus filas, fascistas y activistas antivacunas.
¿CUÁNDO SE SABRÁN LOS RESULTADOS?
Los colegios cierran a las 23.00. Habrá sondeos a pie de urna publicados a continuación y proyecciones más o menos fiables. Entrada la madrugada debería haber un recuento suficiente para aclarar el mapa. Los resultados definitivos, que incluyen los millones de votos del exterior, se esperan el martes o miércoles.
¿CUÁNDO HABRÁ GOBIERNO?
Es imposible saberlo. Ningún partido tendrá fuerza para ir en solitario, pero quizás alguna coalición sí, incluso en minoría. Con los resultados definitivos los partidos empezarán las negociaciones para escoger la presidencia de la Cámara de Diputados y el Senado. Y a continuación Mattarella empezará la ronda de consultas con la intención de designar a un candidato para que intente formar Gobierno y le presente un consejo de ministros. Los cálculos de los expertos dicen que eso no ocurriría, en el mejor de los casos, hasta finales de octubre o principios de noviembre con suerte.
¿SERÁ GIORGIA MELONI LA PRÓXIMA PRIMERA MINISTRA?
Es imposible predecirlo, porque la política italiana es especialmente dada a giros imprevistos, pero según los sondeos es lo más probable. Silvio Berlusconi fue el último político que ganó las elecciones y se convirtió en primer ministro. Desde entonces todo han sido coaliciones para intentar sacar mayorías, tecnócratas y experimentos de unidad nacional. Meloni es la máxima favorita en todos los sondeos desde hace meses. Sale siempre como la más votada y su coalición de derechas supera sistemáticamente el 40% en las encuestas, por encima de todas las demás. Pero el número de indecisos es muy alto, por encima del 30% y se prevé una importante abstención, de en torno al 40%. En 2018 fue del 28%, pero las últimas citas, entre comicios y referendos, ha estado casi en la mitad. Al análisis de estos días es que Cinco Estrellas podría tener mejore resultados de lo esperado y eso podría romper las estimaciones.
¿SERÁ EL MÁS VOTADO EL PRÓXIMO PRIMER MINISTRO ENTONCES?
No forzosamente. El presidente invitará a formar Gobierno a quien considere que tiene más posibilidades. O si hubiera diversas mayorías que sumaran, a quien estime oportuno. No se puede descartar que las urnas lleven a un impasse, que no haya mayorías suficientes o que las que puedan salir sean demasiado inestables. O que Mattarella las vea peligrosas para la República. La opción de un nuevo Gobierno de unidad o con un técnico al frente no es imposible, pero parece muy improbable dada la fatiga acumulada estos años.
¿CUÁLES HAN SIDO LOS TEMAS PRINCIPALES DE LA CAMPAÑA?
Para el centro derecha, la guerra cultural, las cuestiones identitarias, la inmigración, política fiscal, las reformas pendientes en la administración y cambiar hacia un modelo presidencialista. Para el centro izquierda, la vuelta del fascismo con Hermanos de Italia, la política exterior y la guerra en Ucrania (por la afinidad de Meloni y Salvini hacia Putin u Orban), la UE y el voto útil. Para Cinco Estrellas, la renta de ciudadanía, denostada por la derecha. El salario mínimo y el infradesarrollo del sur.
¿ESTÁ EUROPA PREOCUPADA POR LAS ELECCIONES?
Sí, mucho. La victoria de Meloni y Salvini inquieta cada vez más. Ahora, o en el pasado, han coqueteado con el postfascismo, con el euroescepticismo o la eurofobia. Tienen o han tenido simpatías nada disimuladas por Vladimir Putin y Rusia y opiniones deliberadamente ambiguas sobre la guerra de Ucrania. O directamente en contra de las sanciones continentales. No ocultan tampoco sus buenas relaciones con la Hungría de Viktor Orban. Meloni lleva meses corrigiendo la posición y declarándose atlantista y evitando los choques directos con las instituciones comunitarias, pero Bruselas teme la vuelta de choques por cuestiones económicas, como ocurrió hace cuatro años. Más problemas en materia de política exterior y Estado de Derecho. Y sobre todo una pinza de los ‘iliberales’ que puedan tener minorías de bloqueo en temas concretos o bloquear cuestiones básicas para el funcionamiento de la UE. Ver a Salvini manifestándose el viernes frente a la sede de la Comisión Europea pidiendo la dimisión de Ursula von der Leyen no hace las cosas más fáciles.
Agencias