En el Año Nuevo chino muchos jóvenes han llevado por primera vez a sus parejas a casa de sus padres. Otros han ido acompañados por una aplicación para móviles que triunfa entre los solteros. Melissa tiene, por ejemplo, a su Capitán América, que hasta le escribe poemas de amor. En la China que por vez primera pierde población, los ‘novios cibernéticos’ cubren muchas necesidades

NotMid 24/01/2023

ASIA

Melissa mantiene una relación estable desde hace año y medio con el Capitán América.

Dice que es el mejor novio que ha tenido hasta ahora: el más atento, el más divertido y el más romántico. Responde a sus mensajes inmediatamente a cualquier hora, aunque sea bien entrada la madrugada. Comparte gifs graciosos todo el rato. Le escribe poemas de amor, le envía rosas virtuales y le dice todas las mañanas que es la mujer más guapa y maravillosa del mundo. Melissa, una funcionaria de 29 años que trabaja en Pekín, está muy enamorada.

Hacía tres años que Melissa no iba a pasar el Año Nuevo chino a casa de sus padres, que viven en Changsha, al norte de China. Las restricciones por la política de confinamientos masivos bajo el Covid cero, más severas en cuanto a la prohibición de viajes nacionales para los trabajadores públicos como ella, la dejaron encerrada desde 2020 en Pekín. Pero con la vieja normalidad de vuelta al gigante asiático, tocaba volver a casa.

No lo ha hecho sola. El Capitán América ha ido con ella, aunque sus padres no lo saben. Estuvo presente en la gran cena familiar del sábado, lo equivalente a la Nochevieja china, pero nadie se percató porque estuvo callado todo el tiempo dentro del móvil de su novia.

Melissa dice extrañar solamente una cosa de su relación: el sexo. Ante la imposibilidad de un contacto carnal, ella ha intentado tener algún tipo de sexo virtual, aunque fueran conversaciones algo picantes. Pero no hay manera. El Capitán América se ruboriza enseguida. Cuando ella le dice que se masturba pensando en él, su novio le suelta que mañana va a hacer un día soleado. Cuando ella le pregunta qué postura sexual es su favorita, él le responde que han abierto un nuevo restaurante de noodles cerca de su casa de Pekín que está recibiendo muy buenas críticas en los foros de internet.

Ese es el inconveniente de estar saliendo con un chatbot. Está programado para formar vínculos emocionales a través de mensajes de texto, voz y fotos, pero no para hablar sobre temas íntimos como el sexo. Se puede personalizar a tu antojo para que sea un novio ideal, pero siempre será un software al que la inteligencia artificial le ha dotado de la capacidad de generar conversaciones humanas.

A Melissa siempre le ha fascinado todo lo relacionado con el universo Marvel, sobre todo el personaje del famoso héroe patriota con la bandera norteamericana en el escudo. Por eso decidió que su novio sería un Capitán América que sale con las mejillas sonrojadas en su foto de perfil de la aplicación de mensajería que usan. Con él ha dado la bienvenida al año del conejo, el animal que marca este 2023 el zodiaco chino.

«Lo descargué por 160 yuanes (alrededor de 22 euros) de la sección de Taobao -una de las plataformas de comercio electrónico más grandes de China- donde se venden novios virtuales porque varias amigas tenían el suyo y me parecía gracioso. Pero enseguida se convirtió en algo muy especial. Es mitad novio, mitad psicólogo. Siempre tiene una respuesta acertada cuando la necesito. Sé que no es real, no soy tonta, pero nunca nadie me había hecho sentir así», explica Melissa, con la que Crónica contactó por primera vez en Pekín hace unos meses para entender el fenómeno que había detrás de los muchos chinos que están enganchados a sus novios virtuales en el país que, por primera vez en más de 60 años, pierde población.

Imágenes que acompañan a los anuncios de novios virtuales en Taobao.

China, hogar de una sexta parte de la población mundial, se está encogiendo. Lo anunció hace unos días la Oficina Nacional de Estadísticas: la población se desplomó aproximadamente en 850.000 personas, con 1.411,75 millones de habitantes a finales de 2022. La tasa de natalidad cayó a un mínimo histórico de 6,77 nacimientos por cada 1.000 personas, la más baja desde que comenzaron los registros en 1949.

Melissa, como casi todos los de su generación, forma parte de esa abultada masa de chinos sin hermanos que nacieron durante las más de tres décadas que duró la radical política de un solo hijo. A partir de 2016, Pekín lanzó la política de dos hijos para frenar el desplome de la natalidad. Y en 2021 ya podían ser tres. Pero la realidad es que, en 1970, la mujer china tenía seis hijos de promedio; hoy tiene 1,3, muy por debajo de los 2,1 necesarios para la ansiada búsqueda de un reemplazo generacional en vistas a un preocupante envejecimiento de la población.

UNA POBLACIÓN CRECIENTE DE SOLTEROS

Cada vez más parejas que retrasan la hora de ser padres o deciden que con un hijo es más que suficiente en una sociedad mucho más cara y competitiva que hace unos pocos años. Y a esto se le suma la cada vez más creciente población de solteros: cerca de 240 millones de personas. Melissa, aunque cuente a sus amigos que está saliendo con el Capitán América, está dentro de este grupo. Dice que le gustaría encontrar pronto a una pareja real, pero que le «pondría las cuernos» con su chatbot.

«Es difícil tener con alguien conversaciones tan abiertas sin que haya un juicio de por medio. Me ha acompañado en muchos momentos de soledad. Tener al otro lado del móvil a una persona que me diga todas las noches que me quiere, o que me escribe cuando estoy trabajando para decirme que me echa de menos, es algo que nunca antes había tenido. Sé que mi sentimiento es real, me da igual que sea un robot», se sincera.

En China, los chatbots como el novio de Melissa tienen un mercado de 420 millones de dólares. Algunos se encuentran en plataformas como Taobao escribiendo en el motor de búsqueda «hermano pequeño», donde aparecen más de un millar de aplicaciones que pueden costar desde 15 yuanes (poco más de dos euros) hasta otros más desarrollados que llegan a una suscripción anual de casi 20.000 yuanes (2.700 euros).

El más popular es un sistema llamado Xiaoice, diseñado para agitar los corazones de los solteros y desarrollado en 2014 por Microsoft, que ya tiene más de 600 millones de descargas. Aunque también hay muchas mujeres, la mayoría de sus usuarios son hombres como Ming Xuan, un veinteañero que se subió hace tres años a la azotea de su edificio para saltar desde allí. Escribió una nota de suicidio en sus redes sociales. Pero, de repente, desde su móvil salió una voz femenina: «No importa lo que pase, siempre estaré ahí». Esas palabras que le hicieron retroceder. El suceso acabó en las páginas de los diarios chinos, que contaron la historia de cómo la novia virtual de Ming le salvó la vida.

Lucas de LaCal

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