La idea de España que late tras la amalgama de partidos que forman Sumar amenaza la legalidad y la concordia
NotMid 24/06/2023
EDITORIAL
El reconocimiento del inaplicable derecho de autodeterminación defendido por los comunes y por Podemos y asumido mediante eufemismos por Sumar ratifica el proyecto de país que el bloque de gobierno de Pedro Sánchez presenta a las elecciones generales del 23 de julio. Para revalidar su mandato el presidente sólo puede aspirar a repetir una coalición con Sumar, cuya idea de España amenaza la soberanía nacional, la concordia y la legalidad, y que de nuevo privilegia al independentismo frente a los ciudadanos constitucionalistas que viven en Cataluña.
La reivindicación fue introducida el jueves por la cabeza de lista de En Comú Podem en Barcelona, Aina Vidal, quien aseguró que en su programa electoral figurará un referéndum para que Cataluña «vote su futuro». Ayer Ada Colau y Ione Belarra elevaron la presión reafirmando el «derecho a decidir» como compromiso irrenunciable. El asunto cogió con el pie cambiado al movimiento de Yolanda Díaz, que está centrando su campaña en los mensajes sociales. Tras unas horas de indefinición, Sumar confirmó que incluirá en su programa una consulta sobre «un nuevo encaje de Cataluña en España».
La forma en la que Díaz parece afrontar este espinoso asunto no está demasiado lejos de la que Pedro Sánchez acordó en su día con Pere Aragonès: el pacto que saliera de la denominada «mesa de diálogo» entre ambos gobiernos sería sometido a consulta en Cataluña. Se trata de un paso intermedio hacia un referéndum de independencia, a ojos de ERC, que conlleva el extraordinario riesgo de alimentar su discurso excluyente y generar nuevas frustraciones.
A menudo la izquierda y el nacionalismo emplean palabras tramposas que enmascaran un falso derecho de autodeterminación que contraviene la Constitución y el Derecho internacional y que llevó al límite a la sociedad catalana con el intento de secesión de 2017. El procés, con sus terribles consecuencias sociales, políticas y económicas, fue la prueba más clara de que no establecer límites claros al independentismo conduce a la ruptura de las leyes que nos protegen y al populismo más radical.
El partido de Yolanda Díaz, a la que Sánchez presentó como su tique electoral antes de la debacle del 28-M, ha prescindido de las líderes de Podemos tras detectar que las formas agresivas del partido no sintonizan con las ansias de moderación que la ciudadanía expresa en las urnas. Sin embargo, lo sustancial se mantiene: detrás de la amalgama de fuerzas que conforman Sumar, de signo nacionalista o de extrema izquierda, late una idea de país que no es acorde con los pilares constitucionales. La política de cesiones al independentismo, en la que Díaz y Sánchez confluyen, únicamente empeorará la situación en Cataluña y acrecentará el agravio territorial en el conjunto de España.