Gracias al trabajo de la Guardia Civil sabemos que Pedro Sánchez estaba informado del misterioso viaje de Delcy a España
NotMid 04/12/2025
OPINIÓN
RAÚL DEL POZO
España está viviendo una situación grotesca que amenaza con empeoramiento. No hay guerras ni tiros, pero el Estado está hablando desde el patio de la prisión. A ese nivel hemos llegado sin que haya una alternativa que puede ser peor que idear la política para gobernar con los que no querían ser españoles. Con las amnistías y las malversaciones impuestas, las chulerías del fiscal general del Estado, los ataques a jueces y periodistas. Ahora han descubierto otra vez la España sin pulso y se dicen la verdad a voces.
El que fuera pieza clave del sanchismo fue despedido abruptamente y empezó la descomposición por sus golferías y corrupciones. Nadie sabe lo que aún puede durar, lo que añade más perplejidad, confusión y desconcierto a un Gobierno que se niega a convocar elecciones. Como le ha dicho a Lamet, José Luis Ábalos se sabe la partitura; para ponerte chulo tienes que tener el control de las cosas.
El presidente del Gobierno declara: «Todo lo que está diciendo Ábalos es mentira. No vamos a aceptar chantajes ni amenazas de personas ni de instituciones». Pedro Sánchez responde a las acusaciones que lanza después de entrar en prisión quien fue el hombre de su máxima confianza. Y el hijo de Ábalos afirma a EL MUNDO que a su padre, que tiene al Estado encima, Santos Cerdán le ofreció un cheque en blanco en nombre del presidente para que lo callara todo.
Víctor Ábalos da ahora una nueva versión del viaje de Delcy contando que su padre acudió al aeropuerto de Barajas para recibir a la vicepresidenta venezolana por orden directa de Pedro Sánchez. El presidente lo sabía todo, según el hijo de Ábalos, que defiende al ex ministro, como es su deber. La UCO lo tiene casi todo grabado y ha desmontado el misterioso viaje de Delcy a España. Gracias al trabajo de la Guardia Civil sabemos que Pedro Sánchez estaba informado del trayecto.
El hijo sostiene que Ábalos no actuó por su cuenta. Y en cuanto a la amistad entre Pedro y su padre, asegura que la cama continúa todavía caliente de las veces que Sánchez ha dormido en su casa; que el presidente nunca faltaba a la fiesta de cumpleaños de su lugarteniente; y que le llamaba 300 veces al día. La ruptura con el hombre de confianza fue el inicio del caos.
