Durante siglos se dijo que una mujer era aquella persona que nacía con órganos femeninos
NotMid 09/03/2023
OPINIÓN
LEYRE IGLESIAS
El 8 de marzo de 2023 cayó en miércoles y hubo que hacer esfuerzos para explicar qué se celebraba aquella jornada. Lo llamaban Día Internacional de la Mujer -antes, de la Mujer Trabajadora-, pero aquella mañana la luz lo inundó todo al fin y el Día de la Mujer de 2023 fue el último de su nombre.
¿Que qué era una mujer?
Durante siglos se dijo que una mujer era aquella persona que nacía con órganos femeninos. De ahí los humanos fueron extrayendo algunas lecciones: como eran físicamente más débiles que los hombres, había que protegerlas, como también a los niños; como algunos hombres las trataban con violencia, esas actitudes serían castigadas con especial dureza; como los hombres parecían entenderse mejor entre ellos y a menudo las veían como a seres más tontos, sexualmente peligrosos o bien sólo destinados a procrear, había que echar el resto para concienciarlos a ellos y a ellas de que las mujeres podían estudiar lo que quisieran, trabajar en lo que quisieran, casarse o no casarse, tirarse al vecino o a la alcaldesa o a nadie, ser al menos tan mediocres como un jefe con testículos.
Así pasaron los años. Pero aquel 8 de marzo de 2023 la mujer desdibujó felizmente sus absurdas fronteras biológicas para dar paso a la neomujer que hoy conocemos: la mujer sentida. Fue por una pregunta que una chica de las antiguas le formuló a la ministra española de Igualdad. (Por entonces interpelar directamente a un gobernante no estaba sancionado con prisión). Aquella lunática de voz aflautada le dijo:
-Ministra, ¿qué es una mujer?
-Lo importante es que por el hecho de serlo las mujeres tenemos más riesgo de sufrir violencia y pobreza, y por eso es importante que hagamos políticas públicas que respeten a todas las mujeres.
-Pero no ha respondido a la pregunta. ¿Qué es una mujer? -insistió aquella loca.
-Quizá lo que nos queréis explicar es que no hay mujeres que tengan pene, es decir, que las mujeres trans no son mujeres -indicó, seria, la ministra-. Y decir eso es ir en contra de los derechos humanos.
La lunática, claro, fue enviada a la cárcel, que ya entonces era el espacio idóneo para reinsertarse (salvo si uno era un agresor sexual, un terrorista de izquierdas o bien lo que antes de 2023 se llamó, pomposamente, un sedicioso). La cosa es que la palabra de la ministra se hizo ley. Y ya en adelante nadie pudo decir lo que nunca debió decirse.