Haber votado a González, como Feijóo, no es para presumir. Que el PSOE haya buscado la igualdad es rigurosamente falso
NotMid 25/09/2023
OPINIÓN
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
Mientras la banda de los cuatro de Génova 13 -Bendodo, Sémper, Cuca y Pons- domine el discurso del PP, doy por perdido a Feijóo para la causa nacional, ilustrada o, simplemente, alfabetizada. Pero mañana el presidente del PP representa a todos los españoles que nos negamos a que el actual jefe del socialismo, como en su día Largo Caballero, arrastre a la nación al abismo, guiado por su monstruosa ambición personal, así que le pido sólo un favor: no les explique el socialismo a los socialistas como ayer. Queda feo y, además, es falso.
Lo propio del socialismo democrático, o sea, de la socialdemocracia desde el Estado de bienestar pactado por Lafargue y Bismarck, nunca fue la búsqueda de la igualdad, sino la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores en la era de la revolución industrial. Esas mejoras fueron tan extraordinarias en medio siglo, desde La Comuna, que un sector del socialismo, ni sindical ni obrero, abrazó el comunismo de Marx y Bakunin -Engels dudaba, al final- porque la clase obrera, por más que dijera Marx, no era violenta y revolucionaria, sino reformista. Lenin lo explicó hasta la saciedad y Pablo Iglesias lo repite con razón.
Pero la igualdad ante la ley es un principio liberal y democrático, no socialista, hijo del Derecho romano y de la dignidad del hombre, “hecho a imagen y semejanza de Dios”, del cristianismo. El socialismo o es comunista y desigual, al imponer la dictadura del proletariado a cargo del partido, o reformista, y busca la igualdad de los ciudadanos ante la ley y ayudar a los que por diversas razones estén en desigualdad o en estado de necesidad. Este es el campo del reformismo, ilimitado, mientras, como la ideología de género y el alarmismo climático, no destruya la ley.
Pero es que este PSOE no sólo es aquel que nos llevó a la Guerra Civil, es el que se cargó la independencia judicial en 1985 y convirtió en plebiscitos los cambios de opinión del líder. En 1986, Felipe obligó a toda España a decir “sí a la Alianza” porque le molestaba lo de “OTAN, de entrada, no”. La Ley de Memoria Histórica, la de Violencia de Género y sus sucesoras son socialistas; y la ruinosa presión fiscal, con el paro mayor de Europa. Haber votado a González, como Feijóo, no es para presumir. Que el PSOE haya buscado la igualdad es rigurosamente falso.