NotMid 09/12/2025
EUROPA
La Comisión Europea (CE) ha anunciado este martes la apertura de una investigación formal contra Google. El Ejecutivo comunitario busca determinar si el gigante tecnológico ha infringido la normativa de competencia al utilizar contenido de terceros para “alimentar” sus sistemas de inteligencia artificial (IA) sin ofrecer una compensación económica ni una vía real para oponerse a ello.
Bruselas sospecha que la compañía estadounidense podría estar distorsionando la libre competencia mediante la imposición de “términos y condiciones injustos”. Estas prácticas no solo afectarían a los creadores de contenido, sino que también otorgarían a Google una ventaja desleal frente a otros desarrolladores de modelos de IA rivales.
El dilema de los editores web: ¿Tráfico o derechos?
El foco principal de la investigación recae sobre dos herramientas de IA generativa integradas en el buscador:
- “AI Overviews”: Muestra resúmenes generados por IA en la parte superior de los resultados, desplazando los enlaces tradicionales.
- “AI Mode”: Una pestaña de búsqueda tipo chatbot que responde de forma conversacional.
La Comisión sospecha que Google nutre estas herramientas con información extraída de sitios web de empresas y particulares sin pagar por ello. Lo más preocupante para Bruselas es la posible coacción: los editores web no tendrían la posibilidad de negar el uso de sus datos sin ser penalizados con la pérdida de acceso o visibilidad en Google Search, una herramienta de la que dependen para obtener tráfico y sobrevivir.
YouTube y la doble vara de medir
La investigación también abarca el ecosistema de vídeo. La CE considera que Google podría estar utilizando vídeos subidos a YouTube para entrenar sus modelos de IA generativa, nuevamente sin compensar a los youtubers ni permitirles rechazar este uso bajo los términos de servicio obligatorios.
Agravando la situación, las políticas de YouTube prohíben expresamente que desarrolladores rivales utilicen esos mismos contenidos para entrenar sus propios sistemas. Esto sugeriría que Google se reserva un acceso privilegiado a los datos, bloqueando a la competencia.
Posible abuso de posición dominante
Aunque la apertura de este expediente no prejuzga el resultado final, la Comisión advierte que estas prácticas, de confirmarse, podrían constituir un abuso de posición dominante. Esto infringiría las estrictas normas antimonopolio de la Unión Europea, diseñadas para proteger tanto a los competidores más pequeños como a los derechos de los creadores originales.
Agencias
