Thomas L. Friedman, una de las plumas más lúcidas del diario The New York Times, explicó cómo impactó el ataque de Rusia sobre el resto del continente.
NotMid 01/06/2022
USA en español
La sentencia es brutal: Putin ha invadido Europa. Lo dice nada menos que Thomas L. Friedman en su columna de este miércoles 1° de junio, cuando faltan tres jornadas para que se cumplan 100 días de la sangriento e injustificado ataque ordenado por Rusia contra Ucrania. En su artículo titulado I Thought Putin Invaded Only Ukraine. I Was Wrong (Pensé que Putin invadió sólo Urania. Estaba equivocado). En las últimas semanas el ganador del Premio Pulitzser cruzó el Océano Atlántico para entrevistarse con los protagonistas más cercanos de la barbarie rusa. Allí pudo darse cuenta la dimensión de los actos del Kremlin. Y lo comparó con Adolf Hitler. No una vez, sino varias.
“Verás, yo pensaba que Vladimir Putin había invadido Ucrania. Estaba equivocado. Putin había invadido Europa. No debería haber hecho eso. Esto podría ser el mayor acto de locura en una guerra europea desde que Hitler invadió Rusia en 1941″, señaló en su texto. Y describió lo que se veía a diario desde más cerca de los hechos: “Esta invasión -con soldados rusos bombardeando indiscriminadamente edificios de apartamentos y hospitales ucranianos, matando civiles, saqueando casas, violando mujeres y creando la mayor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial- se ve cada vez más como una repetición del siglo XXI de la embestida de Hitler contra el resto de Europa, que comenzó en septiembre de 1939 con el ataque alemán a Polonia”.
Friedman explica su hipótesis sobre la invasión continental en los movimientos inéditos que se dieron en los últimos tres meses: desde la inversión militar de Alemania hasta la desesperada inclusión de Finlandia y Suecia en el bloque militar de la OTAN o el cambio de posición de Polonia ante el peligro inminente o los refugiados ucranianos o las sanciones impuestas por la Unión Europea. “Explica por qué, prácticamente de la noche a la mañana, el gobierno de Alemania prescindió de casi 80 años de aversión al conflicto y de mantener el menor presupuesto de defensa posible, y anunció en su lugar un enorme aumento del gasto militar y planes para enviar armas a Ucrania. Explica por qué, prácticamente de la noche a la mañana, Suecia y Finlandia abandonaron más de 70 años de neutralidad y solicitaron el ingreso en la OTAN”, dice el autor.
Una de las conversaciones que mantuvo Friedman en su viaje a Europa fue con Joschka Fischer, el ex ministro de Asuntos Exteriores alemán. “El statu quo ante no volverá. Estamos viendo un enorme cambio en Europa en respuesta a Rusia, no basado en la presión estadounidense, sino porque la percepción de la amenaza de Rusia hoy es completamente diferente: Entendemos que Putin no habla sólo de Ucrania, sino de todos nosotros y de nuestra forma de libertad”, le dijo. También le agregó algo que perdurará: “Rusia no forma más parte del orden pacífico de Europa. Hay una completa pérdida de confianza con Putin”.
“¿Hay que preguntarse por qué? El ejército de Putin está destruyendo sistemáticamente las ciudades e infraestructuras ucranianas con la aparente intención no de imponer el dominio ruso en estas ciudades, comunidades y granjas, sino de borrarlas y a sus habitantes del mapa y hacer realidad por la fuerza la descabellada afirmación de Putin de que Ucrania no es un país real”, indicó el autor de la columna del diario The New York Times.
Las sanciones no salieron del análisis de Friedman: “Desde febrero, la UE ha impuesto cinco paquetes de sanciones contra Rusia, sanciones que no sólo perjudican a este país, sino que también resultan costosas para los países de la UE en términos de pérdida de negocio o aumento de los costes de las materias primas. Un sexto paquete, acordado el lunes, recortará alrededor del 90% de las importaciones de petróleo de la UE procedentes de Rusia para finales de este año, al tiempo que expulsará al Sberbank, el mayor banco de Rusia, del SWIFT, el vital sistema de mensajería bancaria mundial”.
Pero también se situó en un aspecto humanitario de la crisis desatada por Putin: las millones de víctimas que debieron abandonar sus hogares y cruzar la frontera para dejarlo todo detrás sin saber qué será de su futuro. “Quizá lo más impresionante sea la cantidad de refugiados ucranianos que las naciones de la UE han estado dispuestas a alojar sin grandes quejas. Se sabe que los hombres ucranianos también luchan para defenderlos, así que las naciones de la UE pueden al menos albergar a sus mujeres, niños y ancianos”.
“Putin pensó que la UE se dividiría rápidamente bajo su presión, añadió Mateusz Morawiecki, primer ministro de Polonia, ‘pero Putin se equivocó. Europa está ahora mucho más unida que antes de la guerra de Ucrania’. Putin, observando todo esto, debe estar preguntándose: ´’¿Es un puño lo que veo venir hacia mí desde la UE? No puede ser. No, espera… ¡lo es! ¿Qué está pasando aquí? Pensaba que tenía a Alemania en el bolsillo, comprada y pagada con mi gasolina barata. Nunca soñé que se unirían a Ucrania de esta manera y verían mi invasión de Ucrania como un ataque a todos ellos’”, indica Friedman.
Por último, el periodista y analista de The New York Times concluyó: “No escuché a nadie abogar por un cambio de régimen, pero tampoco escuché a nadie decir que Occidente podría volver a la normalidad con Rusia sin él. Todo ello equivale a decir que aquí se ha roto algo muy grande con Putin, y que eso va a ser un problema cuando pasemos a la mesa de negociaciones, mientras Putin esté al frente de Rusia. Pero Putin es un problema con el que debe lidiar el pueblo ruso, no nosotros”.
Agencias