El presidente chino aprovecha la tensión entre Biden y Mohamed bin Salman para dar un paso más hacia el oeste con su visita a Arabia Saudí

NotMid 15/2022

ASIA

Tras dar portazo a su autoaislamiento durante más de dos años y medio dentro de China, la tercera salida del presidente Xi Jinping ha sido para visitar Arabia Saudí. Hacía más de seis años que el mandamás de la segunda potencia mundial no pisaba Riad. Después de varias cumbres en el último trimestre en las que se ha visto cara a cara con Joe Biden y Vladimir Putin, así como con los principales líderes europeos y de Asia Central, era hora de dar un paso más hacia el oeste, al Golfo Pérsico, para impulsar las relaciones de China con una zona tradicionalmente situada en la esfera de influencia estadounidense.

Xi ha dado la bienvenida a una “nueva era” en la relación de Pekín con la región. Lo dijo en el contexto de una cumbre con varios líderes árabes y después de reunirse el jueves con el rey Salman bin Abdulaziz al Saud y el príncipe heredero Mohamed bin Salman. Ambas recepciones se celebraron después de que China y Arabia Saudí sellaran 34 nuevos acuerdos de inversiones y energía por valor de alrededor de 30.000 millones de dólares.

Desde 2013, Pekín ha sido el mayor socio comercial de Riad, principal receptor de inversiones en Oriente Medio del ambicioso programa chino de la nueva Ruta de la Seda, y que a su vez es el mayor proveedor de petróleo de China. El año pasado, el comercio bilateral alcanzó los 87.300 millones de dólares, un 30% más que en 2020. Ahora, Xi busca fortalecer los lazos aprovechando la tensión en las relaciones entre Biden y Mohamed bin Salman, el gobernante de facto del reino conocido como MBS.

El asesinato del periodista Jamal Khashogi en 2018 y la reciente disputa por la decisión de la OPEP de reducir drásticamente el suministro de crudo, han distanciado a Riad de su principal proveedor de equipo militar y tecnológico. Además, según apuntan los expertos, tanto Arabia Saudí como otros países del Golfo han visto cómo su socio estratégico de Washington se ha alejado al cambiar su enfoque hacia la región de Asia-Pacífico para recuperar la influencia perdida allí en favor de China, con lo que están dispuestos a acercarse a Pekín en cooperación comercial e incluso armamentística. Los medios chinos informaron que Arabia Saudí compró a Pekín en noviembre armas por valor de 4.000 millones de dólares.

La visita de Xi llega cinco meses después de que Biden estuviera en Jeddah y advirtiera a los líderes árabes de que su país seguirá siendo la potencia de referencia en la región. “No nos iremos y dejaremos un vacío para que lo llenen China, Rusia o Irán. Estados Unidos no va a ninguna parte”, dijo Biden, cuyo encuentro con MBS fue mucho más frío que el que tuvo el príncipe el jueves con el líder chino, que fue recibido con horones por la Guardia Real, que se alineó alzando las espadas al paso del presidente del gigante asiático.

“El mundo árabe es un miembro importante del mundo en desarrollo y una fuerza clave para defender la equidad y la justicia internacionales“, escribía Xi en una extraña columna firmada con su nombre y publicada en el periódico saudí Al Riyad. En el texto, Xi dijo que China y los estados árabes “seguirán manteniendo en alto la bandera de la no injerencia en los asuntos internos, apoyándose mutuamente para salvaguardar la soberanía e integridad territorial, y defender conjuntamente la equidad y la justicia internacional”.

Durante la visita a Riad de tres días, Xi, acompañado siempre por su ministro de Exteriores, Wang Yi, también aprovechó para reunirse con otros líderes. El viernes estrechó la mano al palestino Mahmud Abbas. “China apoya con firmeza la justa causa del pueblo palestino encaminada a restablecer sus derechos legítimos y los intereses de su nación, y siempre se mantiene al lado del pueblo palestino”, dijo Xi, reiterando la posición de su país, que ya se ha ofrecido en varias ocasiones como “intermediario de la paz” entre Palestina e Israel.

Durante la reunión, el dirigente chino firmó con su homólogo un acuerdo de cooperación turística y se comprometió a impulsar las negociaciones para un tratado de libre comercio. Tras el encuentro con el palestino, Xi estuvo con el presidente egipcio, Abdel Fattah El Sisi, a quien aseguró que las empresas chinas ampliarían su inversión en Egipto.

Agencias

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