NotMid 29/06/2025
EDITORIAL
El contrato publicado por los medios españoles que acredita como Santos Cerdán compró el 45% de la empresa navarra Servinabar es la confirmación documental del posible origen de un entramado que ha corrompido al PSOE en la última década, protagonizado por sus dos últimos secretarios de Organización y hombres para todo de Pedro Sánchez. En 2016, fecha en la que Cerdán firmó la compraventa con el empresario Antxon Alonso, el socialista ya combinaba un cargo orgánico de primer nivel en el partido regional -PSN- y una responsabilidad institucional como parlamentario autonómico. La investigación de la UCO demuestra cómo Cerdán situó a Servinabar en el epicentro de la trama Koldo y recibió más de 80 millones de euros en contratos públicos que, como revelan las grabaciones realizadas por el ex asesor de José Luis Ábalos, fueron amañadas a cambio de comisiones. Además, como explicamos hoy, la relación entre Cerdán y Alonso nace mucho antes.
La información que publicamos, un reportaje en Milagros -el pueblo del ex número 3 del PSOE-, muestra cómo se fraguó la relación entre político y empresario. En el año 2006, Alonso auspicia un proyecto urbanístico llamado Milagro. Ciudad de Vacaciones. Entonces, el concejal socialista local Santos Cerdán se opone. Pero de un día para otro, cambia de idea. Años después, ambos firmaron el contrato secreto para repartirse Servinabar y posteriores los contratos millonarios amañados con la Administración. La sola descripción de los hechos es elocuente.
La corrupción que nació en Navarra en torno a Servinabar, Cerdán y Antxon Alonso se propaga al menos hasta 2023, con Cerdán ya en la cúpula de Ferraz. En ese año, cuando el PSOE ya conocía la investigación en marcha de la trama Koldo, el Gobierno de María Chivite adjudicó a Servinabar un contrato público de 76 millones para el túnel de Belate a través de un proceso plagado de ilegalidades. Pese a la denuncia de funcionarios por trato de favor, a votaciones manipuladas en la mesa de contratación y a innumerables irregularidades, una de ellas clave -la interrupción del corte del tráfico-, Servinabar ganó la licitación. Las responsabilidades políticas son infinitas. Como hemos explicado en numerosas ocasiones, la figura de Santos Cerdán es indivisible de la de Pedro Sánchez ya desde las primarias de 2014. Y su vinculación política y personal con María Chivite es más estrecha si cabe. Pero no es menos relevante que el contrato del túnel de Belate contó con el beneplácito del Ministerio de Transportes de Óscar Puente. Un informe de su ministerio solicitado fuera de plazo salvó la solvencia técnica de la empresa. ¿Por qué?
En medio de esta maraña, Santos Cerdán declarará el lunes ante el Supremo. El PSOE y su secretario general exponen a la opinión pública que la trama Koldo es un asunto menor que apenas les compromete, pero las pruebas de las graves irregularidades van a seguir saliendo y la investigación judicial se abre paso. El caso apela al PSOE en su conjunto y, pese a la negativa a asumir responsabilidades políticas del búnker de fieles de Sánchez, el resto del partido tiene en el Comité Federal del próximo sábado una oportunidad.