En esta trama corrupta, nueva vieja Escopeta Nacional, la figura del empresario es la que mejor explica el sistema corrupto español

NotMid 03/03/2023

OPINIÓN

IÑAKI ELLAKURÍA

Los partidos son organizaciones verticales, con estructuras fuertemente jerarquizadas y que a partir de un poder central, “el aparato”, se articulan a nivel territorial. Todo desde una lógica sectaria que deja a sus integrantes muy poco margen al libre albedrío. En este hábitat cerrado y tantas veces mal oliente, el intercambio de información y chascarillos son una parte importante de su vida interna y especialmente de los grupos parlamentarios y municipales, donde todo se acaba sabiendo de casi todos. Empezando por aquellos vicios, debilidades y deslices en la vida privada que algún día pueden ser utilizados como armas de destrucción personal.

En las últimas décadas, he podido tratar superficialmente con varios miembros del aparato de organización de diferentes partidos que, torpes aprendices de Fouché, tarde o temprano quisieron exhibir su poder mostrándome fugazmente algún documento del amplio archivo de material sensible -propiedades, amantes, viajes…-que poseían de sus adversarios y, sobre todo, de sus compañeros. Esta sí, real politik.

Aquel que conozca mínimamente cómo funcionan los partidos entiende que la trama presuntamente liderada por el ex diputado socialista en el Congreso Juan Bernardo Fuentes Curbelo, alias Tito Berni, arquetipo físico y moral del corrupto español -intercambiable por cualquier «bigotes» enfarinando de la Gürtel o un putero de los ERE-, y un grupo de cargos locales y dirigentes históricos del socialismo canario difícilmente pudo operar sin la aquiescencia o, al menos, la mirada voluntariamente distraída de miembros de la estructura de organización con la que cuenta el PSOE.

Desprende el caso Mediador un tufo a trinque conocido, a Escopeta Nacional con putas, gintonics, restaurantes de lujo hortera, tricornios gastados, diputados de provincias y empresarios catalanes que sueltan la pasta, que no es solamente la punta del iceberg de un caso más grave y extenso de enriquecimiento ilícito y compra de favores que afecta al PSOE -que también y por ello debería dar explicaciones su secretario general, Pedro Sánchez-, si no la enésima excrecencia de un sistema de corrupción en el que el poder político y el económico, el sector público y el privado retozan promiscuamente en el lodazal y con gran aceptación social y benevolencia, como se demuestra las urnas, elección tras elección, por la falta de castigo electoral.

De todo lo que vamos conociendo del Caso Mediador, la figura más interesante y sin duda clarificadora de la realidad española es la del empresario. Los emprendedores de Berni. Como sucedía en Cataluña con la trama del 3% -porcentaje que obviamente se ha revalorizado en los últimos años- los empresarios que querían hacer fortuna en Canarias sabían perfectamente a a quien debían untar -¿únicamente ellos manejaban esa información?- y daban por hecho que solo con el apoyo del PSOE y de la administración local sería posible conseguir contratos, ganar licitaciones y hacer algo de negocio en las islas. Por tanto, son culpables de alimentar una trama de la que intentaron sacar tajada. Y, a su vez, víctimas de una corrupción política estructural de la que permanecen cautivos, como lo está España.

Compartir en Redes Sociales.
Deja un comentario Cancel Reply

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Exit mobile version