Trump, de 77 años, es el favorito para la nominación presidencial republicana y el juicio se llevará a cabo en el punto álgido de las primarias del partido
NotMid 22/07/2023
USA en español
La jueza Aileen Cannon, que dirige la instrucción del juicio contra el ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por su retención de documentos secretos después de dejar el cargo, ha fijado la fecha del juicio entre el 20 de mayo y el 3 de junio de 2024. La decisión es salomónica. No será en diciembre, como había pedido la fiscalía; pero tampoco quedará para después de las elecciones del 5 de diciembre, que es lo que había reclamado la defensa de Trump.
Cannon, que fue nombrada para el cargo por Trump y tuvo una actuación favorable al ex presidente durante la investigación que ha llevado al juicio, ha fijado, así, la vista oral justo al final de las primarias para la elección del candidato presidencial del Partido Republicano a la Casa Blanca. A finales de mayo o principios de junio ya se suele saber quién va a ser el ganador, con la sola excepción de años en los que la campaña es extremadamente reñida. Las primarias republicanas concluyen el 11 de junio.
En 2008, cuando se produjo una batalla épica entre Hillary Clinton y Barack Obama por la nominación demócrata, el segundo solo alcanzó el número de delegados necesario para ser matemáticamente elegido, precisamente el 3 de junio, que además fue el último día de las primarias. En 2016, fue el 27 de mayo el día en el que Donald Trump logró la cifra mágica que le permitiría ser candidato.
La gran diferencia es que en 2024, Donald Trump parte como clarísimo favorito, con una ventaja de más de 30 puntos en relación a su más inmediato rival, el gobernador de Florida, Ron DeSantis. Por tanto, parece muy probable que cuando empiece el juicio la campaña esté más que decidida. Ése es un punto favorable al ex presidente, ya que las sesiones pueden ser negativas para su imagen, toda vez que no ha sido capaz de explicar por qué se negó a devolver esos documentos, entre ellos varios clasificados de alto secreto relativos a sistemas de bombas atómicas de países aliados y, también, a la vida personal de otros líderes mundiales.
Incluso aunque fuera condenado a cárcel, Trump podría presentarse a las elecciones y ser presidente. En ese caso, tendría dos opciones: dirigir el país desde una celda o, lo que se da por hecho, perdonarse a sí mismo, con lo que no solo saldría en libertad, sino que el delito sería expurgado de sus antecedentes penales, como si no hubiera existido nunca. En todo caso, se da por hecho que el equipo legal del ex presidente continuará batallando por el aplazamiento del juicio.
Por ahora, Trump ha sido imputado por dos delitos: violación de la ley que regula las campañas electorales, y la sustracción de documentos de la Casa Blanca. Es probable que la semana que viene lo sea por un tercero: su presunta participación en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, cuando sus seguidores trataron de interrumpir la ratificación del resultado electoral de las elecciones que ganó Joe Biden.
Agencias