Abascal aspira a ser ineludible para que Feijóo pueda ser investido presidente
NotMid 22/07/2023
ESPAÑA (Elecciones Generales)
En Bambú combinan la euforia con la incertidumbre. Los vítores por el éxito del debate y el cierre de una campaña sin errores, dicen, con la incógnita que generan los números. Vox viene de ser el partido que más creció el 28-M, pero el domingo retrocederá. Lo pronostican hasta los sondeos que la cúpula maneja. Pero la convicción de que Santiago Abascal pasará a tener la llave de la gobernabilidad de la derecha despeja cualquier titubeo.
Aunque para adquirir este importante rol Vox tendrá que obtener una presencia en el Congreso con el peso suficiente como para convertirse en ineludible para Alberto Núñez Feijóo. El grado de satisfacción de la noche electoral se medirá «escaño a escaño», opina un alto mando de la formación. Cada diputado ganado o perdido, así como el peso final del partido en cada provincia, podría resultar decisivo en el recuento final.
Pero en Vox nadie se atreve a poner cota al éxito ni a fijar el suelo electoral de este domingo. Hace una semana las encuestas internas cifraban en 40 los diputados que conseguirá Vox la próxima legislatura, doce por debajo que lo logrado en 2019. Pero las casas demoscópicas, desde el inicio de campaña, marcaron el resultado de Vox, en el mejor de los casos, en 20 escaños por debajo de los históricos 52 parlamentarios obtenidos hace cuatro años. Una hazaña que podría ser superada, defienden en Vox, si los próximos diputados, sea cual sea su número, permiten un cambio de ciclo político en nuestro país y, con él, la entrada de Vox en un Gobierno de coalición.
Es «imposible» bajar de los 30 escaños, garantiza otra voz del corazón del partido, que justifica su sentencia en las buenas sensaciones que deja la campaña. A esto se aferra en general Vox, a la incomparable respuesta de la calle a Abascal a lo largo de estas semanas, un fenómeno que probaría la fortaleza de un voto oculto que también despistó a las encuestas en las últimas elecciones generales, cuando Vox se disparó. Los potentes actos y datos de asistencia en la recta final en plazas clave del partido –Toledo, Guadalajara, Murcia, Madrid– refuerzan la esperanza del entorno del presidente del partido, que busca mantener el respaldo de los casi cuatro millones de españoles que apostaron por la papeleta verde y de tres letras en noviembre de 2019.
De mantenerse o no en el entorno del 15% -objetivo difícil pero al que no renuncia la dirección-, como en la última cita electoral, dependerá que Vox mantenga su tercera plaza en el Congreso de los Diputados y no sufra el adelantamiento de Sumar. La última encuesta de Sigma Dos auguraba el sorpasso a consecuencia de un hundimiento de los de Abascal.
Ayer, el líder de Vox usó su último mensaje para apelar a los votantes del PP a que piensen su voto, que supondría el «blanqueamiento» de Sánchez: «El botón azul dejó de funcionar hace mucho tiempo, me atrevo a pedirles su confianza».
Pase lo que pase, Vox afronta este domingo su cita más crucial. Nada de lo logrado hasta el momento es equiparable al hito que supondría entrar en el Gobierno con el rol de asegurador de estabilidad para la derecha. Un paso histórico que se conseguiría en tiempo récord, apenas nueve años después de la fundación del partido. En Bambú reconocen que el acelerón de Vox en especial en el último lustro, a raíz de las consecuencias del procés, sigue sorprendiendo cuando se analiza: la irrupción en Andalucía dando la campanada a finales de 2018 dio paso a la consolidación del partido en Europa y la entrada en plazas importantes como la Asamblea de Madrid o el más de medio centenar de diputados en el Congreso desde 2019, que permitió la presentación de docenas de recursos de inconstitucionalidad a las normas del sanchismo. Una oposición sin precedentes, dicen.
En febrero del año pasado Vox entró por primera vez en un Gobierno regional –Castilla y León– y extendió el palmarés hace menos de dos meses en la Comunidad Valenciana, Extremadura o en varias alcaldías de peso, lo que permitió desplegar una importante red orgánica e institucional en el plano territorial. Resultar determinante en un cambio de rumbo en España sería la joya de la corona, la guinda a un ciclo tan inolvidable como impensable para Santiago Abascal y los suyos hace menos de una década.
GRAN MOVIMIENTO DE VOTOS EN LA DERECHA
EN 2019
Tercera fuerza. Vox dio la sorpresa y doblegó a los sondeos: con 3,6 millones de votos (15,21%), se colocó como tercera fuerza con 52 escaños.
EL ÚLTIMO SONDEO
Hundimiento. Sigma Dos auguraba una caída al 11,2%, lo que dejaría a Abascal con 26-29 diputados y siendo cuarta fuerza.