Xi Jinping ha nombrado a Qin Gang ministro de Exteriores de China, en lo que se considera como un intento de estabilizar las relaciones con Washington
NotMid 14/01/2023
ASIA
Quién. El nuevo ministro de Asuntos Exteriores de China que anteriormente fue portavoz del mismo Ministerio y embajador en Washington.
Qué. Su nombramiento como canciller indica el esfuerzo de Pekín para priorizar los lazos con Estados Unidos.
Por qué. Tal y como escribió Gang en el ‘Washington Post’, el futuro del planeta depende de una relación estable entre los dos países.
Qin Gang fue uno de los primeros wolf warrior que salió de las tripas de Pekín. La terminología, basada en el título de una serie de películas en las que soldados chinos de operaciones especiales derrotan a mercenarios occidentales, hace referencia a las tácticas más agresivas y vehementes de la política exterior china desde que Xi Jinping llegó al poder. Qin, durante sus años como portavoz de Exteriores, hizo gala de un nuevo “espíritu más combativo contra aquellos que atacan a China” -así lo pidió textualmente el jefe Xi-, y convirtió cada rueda de prensa que daba a diario en un espectáculo de comentarios agudos en defensa de una madre patria en pleno asalto al podio del tablero geopolítico y económico global.
China siguió creciendo y el bueno de Qin (56 años), que maneja un culto inglés y se mueve hábilmente en los círculos de poder, fue escalando puestos hasta convertirse en el guardaespaldas y hacedor de discursos del presidente durante sus largas giras internacionales.
Era tal la confianza que Xi tenía en él que, en 2021, en medio de la nueva Guerra Fría con Estados Unidos, con las relaciones más tensas que se recuerdan entre las dos principales potencias mundiales, lo mandó cruzar el charco y posarse en Washington como nuevo embajador de China. Allí, Qin aparcó el viejo espíritu de wolf warrior y mantuvo un perfil más sosegado, lanzando derechazos dialécticos de vez en cuando, pero tratando de reconducir las hostiles relaciones bilaterales. No lo debió hacer mal a ojos de Pekín cuando el presidente Xi lo ha traído de vuelta a casa como nuevo ministro de Exteriores.
Los analistas coinciden en que su nombramiento es un esfuerzo de Pekín para tratar de estabilizar las relaciones con Washington. El propio Qin, al comienzo de 2023, en sus primeras declaraciones como nuevo canciller, prometió priorizar los lazos con EEUU. “Alentaré el diálogo, al entendimiento mutuo y a la afinidad entre los dos pueblos”, escribió en su cuenta de Twitter, red social censurada en su país, pero donde es muy activo y tiene 274.000 seguidores. Incluso se despidió de su antiguo anfitrión firmando un artículo en el Washington Post donde se le caen elogios al pueblo estadounidense y a los colegas del Congreso con los que interactuó.
El diplomático, que también ha sido ascendido a miembro del Comité Central, el órgano dirigente del Partido Comunista, sustituye en el cargo de ministro al veterano Wang Yi (69 años), quien ahora es el nuevo director de la Comisión Central de Asuntos Exteriores, la herramienta más poderosa de Pekín en política exterior, con más autoridad que el propio canciller. Wang moverá los hilos en la sombra mientras que Qin será la cara visible.
El ministro comenzó el miércoles su primer viaje internacional por varios países de África, donde los tentáculos de Pekín cada vez tienen más presencia. Por lo general, ha premiado siempre una influencia económica, pero ahora la potencia asiática también extiende la venta de armas y la exportación de contratistas militares por 17 países africanos. Un nuevo marco de seguridad que quiere potenciar el canciller Qi, robando un terreno armamentístico que estaba dominado por los rusos.
Agencias