Le sustituirá su mano derecha, Álvaro García Ortiz, fiscal de Sala y jefe de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado
NotMid 20/07/2022
ESPAÑA
La fiscal general del Estado, Dolores Delgado, ha renunciado a su cargo al frente del Ministerio Fiscal por motivos de salud, según informaron fuentes fiscales y gubernamentales. Entre muchos fiscales, la decisión no ha generado sorpresa debido a que Delgado ha pasado varias semanas de baja médica sin haber experimentado una gran mejoría en los problemas de espalda que la obligaron a apartarse en abril de su tarea diaria en la sede de la calle Fortuny de Madrid.
Le sustituirá al frente de la institución su mano derecha, Álvaro García Ortiz, fiscal de Sala y jefe de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado, que será nombrado nuevo fiscal general del Estado por el Consejo de Ministros aunque antes deberá obtener el plácet del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y de la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados.
Delgado ha decidido abandonar el cargo en un momento en el que se encuentra debilitada por su gestión al frente de la carrera fiscal, tras haber protagonizado sucesivos escándalos al frente de la institución. El principal de ellos, su política de nombramientos donde, en multitud de ocasiones en estos dos años, lejos de primar el mérito y la capacidad de los aspirantes a las distintas plazas premió la afinidad ideológica, amistad o el mero hecho de estar afiliado a la que fuera su asociación, la Unión Progresista de Fiscales (UPF).
En dos años y medio de mandato, ha logrado que la UPF tenga una cuota de representación en la Junta de Fiscales de Sala -considerada el generalato de la Fiscalía- nunca antes alcanzada. Las cifras hablan por sí solas. La fiscal general del Estado saliente ha ascendido a fiscales de Sala a 14 fiscales de la UPF y aparte ha designado teniente fiscal del TS, es decir, número uno de la Carrera a una fiscal también UPF, María Ángeles Sánchez Conde. En la actualidad, esta asociación cuenta con 17 fiscales de Sala mientras que la mayoritaria Asociación de Fiscales se ha quedado con tan solo siete fiscales en la Junta de Fiscales de Sala.
Tan cuestionada fue su política de designaciones discrecionales que el Tribunal Supremo llegó a anular uno de sus nombramientos más polémicos, el del fiscal de Sala de Menores, Eduardo Esteban. Delgado, en un acto con escasos precedentes, decidió aun así volver a desoír a la Sala Tercera y designar de nuevo a este fiscal progresista para el mismo cargo frente al candidato que el Alto Tribunal consideró más preparado para el puesto, el fiscal José Miguel de la Rosa.
Además, durante su abrupto mandato, la ex ministra ha sido ampliamente criticada por su participación en el caso Stampa -en concreto, la salida plagada de irregularidades de Anticorrupción del ex fiscal del caso Villarejo, en el que está personado el bufete que dirige su pareja sentimental Baltasar Garzón- o la suspensión unilateral de un órgano reglado como es la Comisión Ética de los fiscales.
DELICADO ESTADO DE SALUD
En una nota de prensa hecha pública este martes, la Fiscalía General explica que Delgado ha remitido una carta a la ministra de Justicia, Pilar Llop, “expresando su voluntad de apartarse de las responsabilidades como fiscal general del Estado por motivos de salud, para su traslado al Gobierno a los efectos del artículo 31.3 del Estatuto Orgánica del Ministerio Fiscal”.
El pasado día 20 de abril, Delgado se sometió a una intervención de urgencia en la columna vertebral y la recuperación no ha sido fácil. Por delante, le quedan más visitas al quirófano y eso ha provocado que la fiscal general haya decidido dar un paso al lado y dejar el testigo a su hombre de máxima confianza, Álvaro García, quien de facto llevaba el peso de la gestión de la Fiscalía General.
Lo cierto es que el mero nombramiento de Delgado, llegando directamente del despacho del Ministerio de Justicia a la sede de la Fiscalía General, ya soliviantó a los miembros de la Carrera Fiscal que percibieron su designación como un intento del Gobierno de controlar al Ministerio Público -no lo pudo hacer durante la instrucción del procés-. No en vano el Ejecutivo la propuso para el cargo semanas después de que, en una entrevista radiofónica, el presidente Pedro Sánchez se jactara públicamente de quién manda en la Fiscalía.
ElMundo