NotMid 28/12/2022
ESPAÑA
España ya tiene embajador en Caracas, dos años después. El diplomático Ramón Santos, quien fungía como encargado de Negocios de la legación española en la capital venezolana, es el elegido para sustituir a Jesús Silva, quien fue retirado de Caracas en noviembre de 2020 tras uno de tantos desencuentros con la revolución bolivariana.
Santos encabeza la Embajada de España desde 2021, cuando sustituyó al ahora secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Fernández-Trigo, quien fue el elegido por el gobierno español para mejorar las relaciones con la revolución bolivariana tras su paso por La Habana.
De esta forma, el Gobierno de Pedro Sánchez comenzaba a alejarse de la presidencia encargada de Juan Guaidó, pese a que fue el país europeo que más apostó por su reconocimiento en 2019. Después llegó el refugio del líder opositor Leopoldo López en la embajada, lo que incrementó la tensión con el gobierno bolivariano.
La medida española, esperada durante semanas, llega después del regreso a Caracas de varios gobiernos latinoamericanas y de la reanudación de las negociaciones en México con la oposición. La propia oposición venezolana tiene previsto dar por terminada su Presidencia encargada este mismo jueves.
Se trataría así de la primera consecuencia de la eliminación del Gobierno interino, forzada por la nueva mayoría creada por los partidos Primero Justicia (PJ, centrista), el socialdemócrata Acción Democrática (AD) y el socialcristiano Un Nuevo Tiempo (UNT). Finalmente la propuesta de continuar un año más con la presidencia encargada soló obtuvo el apoyo de Voluntad Popular (VP), liderada por López, y por varios diputados de otros grupos. La votación resultó determinante: 72 votos para la nueva mayoría, frente a 23 y nueve abstenciones.
Todos los diputados contrarios a Guaidó, encabezados desde fuera del Parlamento por el excandidato presidencial Henrique Capriles, ya han adelantado que en la segunda discusión del jueves mantendrán su postura, pese a las críticas suscitadas en parte de la sociedad civil opositora.
‘PERSONA NON GRATA’
Silva ostenta un pequeño récord en la diplomacia española, tras ser declarado persona non grata y ser expulsado por Nicolás Maduro en enero de 2018 por “continuas agresiones y recurrentes actos de injerencia”. En realidad, se trató de la reacción del número dos de la revolución, Diosdado Cabello, tras ser incluido por la Unión Europea en su lista negra. Sólo cuatro meses después, y tras las peticiones del propio gobierno bolivariano, Silva regresó a Caracas para reincorporarse a su puesto.
Si una palabra define las relaciones diplomáticas entre España y Venezuela esa es turbulenta. Y desde casi siempre, porque la posición del gobierno de José María Aznar durante el golpe de Estado contra Hugo Chávez provocó el primer gran encontronazo. Después llegaron las expropiaciones contra los agricultores españoles de Yaracuy, el famoso “Por qué no te callas” del Rey Juan Carlos contra Chávez, que en aquella ocasión sí se calló.
Pero fue la firme postura en 2019 de Pedro Sánchez, que llegó a calificar de tirano a Maduro en un encuentro de la Internacional Socialista, la que suscitó un nuevo terremoto, que no amainó después de que Silva acogiera a López en su residencia el 30 de abril de ese año, tras fracasar la rebelión militar contra Maduro.
Entre los puntos actuales de fricción entre ambos gobiernos está la situación de dos mujeres y un hombre, con doble nacionalidad hispano-venezolana, encarcelados en las mazmorras de Maduro como presos políticos. Una de ellas, María Auxiliadora Delgado, acaba de ser condenada a 30 años de prisión por financiamiento de terrorismo.
Agencias