Fiodor Lukyanov, clérigo de la Iglesia y sacerdote, también quiere que sea obligatorio mostrarle a la mujer el latido del corazón, una idea similar a la lanzada por Vox en España
NotMid 27/01/2023
MUNDO
Quién. Fiodor Anatolyevich Lukyanov, nacido en 1977, clérigo de la Iglesia ortodoxa rusa, sacerdote y presidente de la Comisión Patriarcal sobre cuestiones familiares, protección de la maternidad y la infancia.
Qué. Ha propuesto que para abortar una mujer casada tenga que pedir permiso a su esposo. También quiere que sea obligatorio mostrarle el latido del corazón.
Por qué. La Iglesia ortodoxa ha abogado constantemente por endurecer la legislación contra el aborto en Rusia y ha estado tratando de lograr su exclusión del sistema público.
Para abortar, pedir permiso al marido. Es la nueva propuesta de la Iglesia ortodoxa rusa, que también quiere que las embarazadas que acudan a abortar escuchen el latir del feto.
La Comisión Patriarcal de Asuntos de Familia, Maternidad e Infancia ha propuesto obligar a las mujeres casadas a obtener el consentimiento de sus maridos para interrumpir un embarazo. Abandera la idea el sacerdote Fiodor Lukyanov, presidente de la comisión: “La interrupción artificial del embarazo a petición de una mujer debe realizarse con el consentimiento no sólo de la mujer misma, sino también de su esposo”. Lukyanov también pide responsabilidad penal y administrativa por la interrupción artificial ilegal del embarazo y la publicidad de abortos.
Aunque la Iglesia ortodoxa ha ganado importancia en Rusia desde que Vladimir Putin regresó a la presidencia del país en 2012, hace tiempo que la jerarquía eclesial se ha resignado a que el aborto está demasiado asentado en el país. El aborto en Rusia es legal como procedimiento electivo hasta la semana 12 de embarazo y, en circunstancias especiales, en etapas posteriores. En Rusia las tasas de aborto han sido muy altas durante décadas en comparación con otros países, pero han disminuido en las últimas dos décadas. Según los últimos datos recopilados por Statista, el número de abortos registrados en Rusia superó los 550.000 en 2020. En el año 2000 eran dos millones.
En 1920, estando Vladimir Lenin al frente del país, la Rusia soviética se convirtió en la primera nación en permitir el aborto en todas las circunstancias, aunque con Stalin quedaron prohibidos entre 1936 y 1955.
Desde entonces (a pesar de que el nacionalismo ruso presenta al país como la reserva religiosa y conservadora del planeta) no ha habido mucho debate en Rusia sobre la legalidad de los abortos. Nunca se recabó la opinión del cónyuge, y ahora se quiere exigir para todos los casos en los que no haya indicaciones médicas.
En 2016, el patriarca Kirill admitió que la prohibición de los abortos era imposible. Ahora la Iglesia asegura que es necesario que cada aborto se lleve a cabo después de un asesoramiento psicológico. Lanzando una idea similar a la que sugirió Vox en España, quiere que quede reflejada en la ley “la necesidad de una la ecografía y la demostración del latido del corazón fetal”, dijo Lukyanov en una mesa redonda en la Duma estatal organizada por el Comité de la Duma Estatal sobre Asuntos de la Familia, la Mujer y la Infancia.
Hasta ahora, Putin ha evitado introducir limitaciones que tal vez serían muy impopulares entre la población. Pero con el inicio de la guerra los sectores conservadores son su principal apoyo, y la presión cada vez es mayor.
El sacerdote Lukyanov, que está casado desde 2005 y tiene seis hijos, también pidió al Estado que reconozca la interrupción artificial del embarazo voluntario como un “fenómeno socialmente negativo, asocial e inhumano”. Durante los últimos años se ha dado a conocer por varios clips de la publicidad Sálvame.ru, dirigidos y escritos por él y que ganaron premios en festivales internacionales.
Agencias