NotMid 23/07/2022
OPINIÓN
La Liga de Fútbol Profesional acierta al denunciar al PSG ante un tribunal francés por irregularidades registradas en la renovación de Kylian Mbappé, a quien se ubicaba la próxima temporada en el Real Madrid a raíz de los avances en las negociaciones lideradas por Florentino Pérez. El organismo que preside Javier Tebas solicita la nulidad del contrato arguyendo la vulneración del fair play financiero que rige en las economías de los equipos que participan en la UEFA y que establece su tope de gasto en el 90% de sus ingresos. LaLiga sustenta su denuncia sobre irregularidades en la contabilidad del club y la complicidad del Gobierno francés a través de exenciones fiscales. Y apunta a operaciones de blanqueo de fondos, como la de Abramóvich en la compra del Chelsea.
A pesar de que el PSG registra un déficit de varios cientos de millones de euros, la millonaria inyección de sus propietarios -la sociedad Qatar Sports Investments- le ha permitido pagar la renovación del jugador por una cifra que no se ha dado a conocer. Es urgente que las autoridades futbolísticas del continente no cierren los ojos a operaciones como ésta, que ejemplifica el efecto desvirtuador que ejercen los clubes-Estado en la competición europea. Una competición ecuánime pasa irrenunciablemente por la erradicación del dopaje financiero.