NotMid 21/03/2022
Deportes
El Barcelona enterró, de un plumazo, cinco Clásicos de decepciones y asaltó el Santiago Bernabéu como en sus mejores tiempos. Lo hizo en el marcador, goleando por 0-4 un partido que prácticamente sentenció en la primera parte, y lo hizo también en el juego, destrozando a un Real Madrid impotente ante la excepcional brillantez de su rival.
Dos goles de Aubameyang, dos asistencias de Dembélé, un golazo de Araújo y una exhibición sin oposición de principio a fin. El Barça vistió sus mejores galas y aplastó al Madrid cómo y cuándo quiso. Jugando a su manera y destruyendo a un líder que perdió su primer partido de Liga como local desde enero de 2021.
Xavi Hernández avisó en la previa que más allá de lo que pudiera hacer Carlo Ancelotti para suplir la baja de Benzema su equipo saldría al Bernabéu con la idea clara e innegociable de ser protagonista, de dominar a través de la pelota y recuperar en la medida de lo posible las esencias del mejor Barça. Lo dijo el sábado… Y lo cumplió el domingo.
El Madrid quiso pero no pudo. Ni por asomo. Lo intentó dándole velocidad a su ataque y buscando a Vinicius, quien a los siete minutos le ganó la partida a Araújo y cedió un balón mortal a Valverde, cuyo disparó rechazó Ter Stegen… Y prácticamente a partir de ahí quedó a merced de un Barça que se hizo con el balón, lo mimó, combinó con él de manera soberbia y remitió a tiempos pasados, convirtiendo los extremos en una pesadilla para el Madrid.
Courtois, a los 12 minutos, salvó milagrosamente una doble ocasión de Aubameyang y Dembélé, Ferran Torres rozó el gol a los 17 y cuando ya se veía totalmente agobiado el Real, una carrera de Dembélé por la derecha, ganándole con suficiencia a Nacho, acabó con un centro medido al primer palo que cabeceó a gol Aubameyang.
El 0-1 aumentó el cortocircuito en un Madrid que buscando a Modric se encontró con Busquets y que quiso encender al público por medio de Vinicius, protestando un penalti que no fue de Ter Stegen, antes de que Araújo volviera a golpear, a la salida de un ‘corner’ y rematando imperial por encima de todo el mundo.
PESADILLA
Agitando el recuerdo de la remontada al PSG y suspirando por renacer tras el descanso, el Madrid se encontró con la sentencia más cruel. Veinte segundos tardó Ferran Torres en avisar, fallando un gol cantado, y dos minutos en lograr el 0-3 para hacerle entender al equipo de Ancelotti que el Barça, este Barça, no es el PSG y que lejos de contemporizar tenía la intención de machacar.
Destruido y descentrado, el siguiente golpe tardó apenas otros tres minutos, en una asistencia de Ferran que remató Aubameyang por encima de la salida de Courtois en un gol validado por el VAR y que motivó que no pocos aficionados madridistas abandonasen el estadio. El paseo había dado paso a la exhibición.
El chorreo del Barça, vestido de amarillo duró lo que duró el partido. No hubo ni un ápice de duda de que el Madrid pudiera despertar y, al menos, salvar el honor en un partido de tal consideración.
Aubameyang, Ferran Torres y Memphis, sustituto del internacional gabonés, rozaron el 0-5 cuando el Bernabéu ya estaba semi vacío, marchando en masa la hinchada local sus asientos para evitarse tamaña humillación.
El Barça enterró de golpe las decepciones del Clásico y pasó por Madrid como un tornado futbolístico. A doce puntos con un partido pendiente se queda del líder. Es muy probable que no le alcance para poner en peligro el título merengue… Pero es seguro que esta presentación de Xavi en Chamartín tardará en ser olvidada y que promete un futuro tan repleto de optimismo en el club azulgrana como de dudas en el madridista.
Agencias