Mandatarios de más de 30 países acuden a su tercera toma de posesión
NotMid 04/06/2023
MUNDO
Recep Tayyip Erdogan prestó juramento este sábado como presidente de Turquía en una ceremonia a la que han asistido más de una treintena de líderes internacionales, entre los que destacó el secretario general de la OTAN o los jefes de Estado de Armenia y Venezuela. “Creemos que estas elecciones fueron un voto de confianza hacia el sistema presidencialista. Estas elecciones abren la puerta hacia una nueva era”, declaró Erdogan durante la toma de posesión de su cargo en Ankara, aludiendo al sistema constitucional del país, en el que el presidente concentra gran parte del poder ejecutivo y legislativo. “Continuaremos trabajando duro para alcanzar nuestro proyecto del centenario de Turquía en los próximos cinco años”, señaló, en referencia al cien aniversario de la República de Turquía.
Erdogan, en el poder desde el año 2002, extiende otros cinco años su mandato tras ganar la segunda ronda de las elecciones presidenciales con el 52,18% de los votos, frente al líder opositor Kemal Kiliçdaroglu, que obtuvo el 47,82% de apoyo.
El líder turco tras agotar dos legislaturas como primer ministro, se convirtió en presidente en el año 2014 y renovó el cargo en 2018, tras obtener nuevos poderes ejecutivos después de aprobar un cambio constitucional mediante referéndum.
El mandatario juró su cargo en el Parlamento y luego visitó el mausoleo del fundador de la República turca, Mustafa Kemal Atatürk. La ceremonia siguió en el palacio de la Presidencia, donde le esperaban una veintena de jefes de Estado y 13 primeros ministros, además de representantes ministeriales y de organizaciones internacionales. Al evento asistieron líderes cercanos a Erdogan como el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, el primer ministro húngaro, Victor Orban, o el presidente de la Cámara Baja del Parlamento ruso, Vyacheslav Volodin.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, también asistió a la toma de posesión de Erdogan, en un momento en el que los líderes de la Alianza esperan que Ankara dé luz verde a la entrada de Suecia, antes de la cumbre de julio en Lituania. La OTAN anunció que mantendría conversaciones bilaterales con el presidente turco durante el fin de semana. Ankara ha demorado durante meses aprobar la solicitud, acusando a Estocolmo de acoger a políticos kurdos que considera “terroristas”, a los que vincula con el PKK, la guerrilla kurda que opera en Turquía. Por su parte el Gobierno sueco modificó su ley antiterrorista para adaptarse a las exigencias de Ankara y anunció su “mensaje claro” en una reunión con representantes turcos en Oslo. Si bien el Gobierno turco señaló que ratificaría a Suecia después de las elecciones, por el momento no se han anunciado medidas al respecto.
Por otro lado, otra visita a la toma de posesión de Erdogan que ha generado sorpresa es la del primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, símbolo del deshielo reciente entre Ankara y Ereván. En los últimos años ambos países han retomado sus relaciones diplomáticas y económicas y reiniciado los vuelos entre Turquía y Armenia. La última vez que un líder armenio visitó Turquía fue en 2009. Además, hace pocos días Pashinyan anunció que está listo para reconocer el territorio disputado y autoproclamado como República de Nagorno-Karabaj como parte de Azerbaiyán -que cuenta con el apoyo turco- si Bakú garantiza la seguridad y derechos de los armenios que viven en ese territorio.
El viernes por la tarde los 599 nuevos parlamentarios juraron su cargo, excepto el diputado del partido izquierdista Can Atalay (Partido de los Trabajadores de Turquía), que permanece en prisión cumpliendo una condena de 18 años por su participación en unas protestas antigubernamentales en 2013. La oposición turca ha pedido su liberación, ya que según la Constitución goza de inmunidad parlamentaria mientras sea diputado y deberá continuar con su condena cuando termine la legislatura.
NUEVO GABINETE CON CAMBIOS ECONÓMICOS
Tras el encuentro con los líderes internacionales Erdogan presentó su nuevo gabinete, con cambios en casi todos los ministerios excepto Sanidad, donde continuará el ministro que hizo frente a la pandemia, Fahrettin Koca.
Todos los ojos estaban puestos en el ministerio de Finanzas y en la dirección del Banco Central, que se espera que apliquen una política más ortodoxa para frenar la crisis inflacionaria que azota el país desde hace año y medio.
En su discurso de victoria, Erdogan dijo que la inflación era el problema más urgente del país. Su política de tipos de interés bajos y sus intervenciones en el Banco Central han provocado un aumento de precios, que alcanza el 40%, aunque en algunas ciudades supera el 100%. La moneda se ha depreciado gravemente en los últimos años y es tan inestable que ha caído un 5% tras anunciarse su victoria.
Erdogan ha designado el cargo de ministro de Finanzas a Mehmet Simsek, economista apreciado por los inversores extranjeros y que ya desempeñó este cargo entre 2009 y 2018. Se espera que Simsek ponga fin a la política de tipos de interés bajos y al fuerte control estatal de los mercados. Al frente del Banco Central estará Hafize Gaye Erkan, economista y exvicepresidente de la entidad estadounidense Republic Bank.
El jefe de los servicios de inteligencia turcos MIT, Hakan Fidan, pasa a ser el nuevo ministro de Exteriores, mientras que su anterior cargo será ocupado por Ibrahim Kalin, ex portavoz de la presidencia turca.
El cargo de ministro del Interior lo ocupará el actual Gobernador de la provincia de Estambul, Ali Yerlikaya. Mientras que el ministerio de Defensa pasa a manos de Yasar Güler, ex jefe del Estado Mayor. Las labores del ministro de Justicia las desempeñará Yilmaz Tunç, economista y jurista que fue diputado anteriormente con el partido de Erdogan, el islamista AKP. El ministerio de Energía y Recursos naturales será dirigido por Alparslan Bayraktar, ingeniero que ya había desempeñado varios cargos en el ministerio
Agencias