El Ejecutivo que blande la cogobernanza se niega a abordar la financiación con las autonomías del régimen común
NotMid 21/09/2024
ESPAÑA
El mensaje que transmitió el presidente en sus reuniones con Alfonso Rueda y Juanma Moreno en La Moncloa invita al desaliento por su falta de voluntad de acuerdo en un asunto trascendental como es la cooperación entre el Gobierno y las comunidades. Es decepcionante, aunque no inesperado, que la dinámica polarizadora en la que se ha enzarzado la política española se haya vuelto a plasmar, esta vez, para entorpecer el normal funcionamiento entre las diferentes administraciones del Estado.
«No va a haber acuerdo», son las palabras con las que, como desvelamos hoy, Pedro Sánchez despachó a los presidentes de la Xunta de Galicia y de la Junta de Andalucía cuando le pidieron negociar de forma conjunta y consensuada, en la Conferencia de Presidentes, un modelo de financiación autonómica que tenga en cuenta a todos los territorios y le pidieron que abandonase la vía insolidaria del cupo catalán que el PSC ha pactado con ERC. Ambos barones pretendían que en la próxima Conferencia de Presidentes, el órgano de máximo nivel político de cooperación entre el Gobierno y los Ejecutivos autonómicos, se realizase un diagnóstico de los grandes problemas de España, con el concierto económico y su perjuicio para la ciudadanía a la cabeza: la consagración de la desigualdad. El presidente se negó, lo que incide en la responsabilidad de que es al PP al que le corresponde movilizar y liderar a todos aquellos que aún creen en una España de ciudadanos libres e iguales.
A pesar de blandir la cogobernanza como eje de su política territorial, el Ejecutivo ha incurrido en varios incumplimientos. El primero es aplazar casi tres años la convocatoria de un órgano que debe reunirse dos veces al año. Si accede ahora es porque los Gobiernos autonómicos populares se han visto obligados a recurrir esta parálisis al Supremo. Sólo ante esta iniciativa, el Ejecutivo asumió su papel. Por otra parte, el reglamento de la Conferencia de Presidentes señala que corresponde al comité de la misma, compuesto por los diferentes territorios, fijar el orden del día, no sólo al Gobierno. En todo caso, lo más preocupante es el empeño en negar el multilateralismo que representa un órgano que desde su creación ha servido para solventar asuntos de especial relevancia para el sistema autonómico.
Mientras el Gobierno se muestra refractario a abordar la financiación con las autonomías del régimen común, sí transige con las demandas del Ejecutivo vasco al mismo tiempo que busca reconducir los puentes con Junts. El lehendakari Imanol Pradales no sólo se abrió ayer a apuntalar la legislatura, sino a «engrasar» los contactos con Junts para facilitar el trámite presupuestario. Que el Gobierno acepte esta asimetría en las relaciones con las comunidades consagra la desigualdad y erosiona la idea de España como proyecto común.
Agencias