Washington y Manila lanzan sus mayores ejercicios militares conjuntos en tres décadas
NotMid 02/04/2022
ASIA
Mientras la ONU informaba el viernes que más de 3,6 millones de personas habían huido de Ucrania desde que comenzó la invasión rusa hace más de un mes, desde Islas Salomón, archipiélago formado por 900 islas en mitad del Pacífico, anunciaban que habían llegado a un acuerdo de seguridad con China que abrirá sus puertas a los buques de guerra chinos en una futura base naval.
Mientras el ejército ruso atacaba el sábado con tres misiles la ciudad ucraniana de Leópolis, el almirante John C. Aquilino, al frente del Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos, alertaba de que Pekín había armado tres islas del disputado mar del Sur de China con sistemas de misiles antibuque y antiaéreos, equipos láser y aviones de combate. “Durante los últimos 20 años hemos sido testigos de la mayor concentración militar desde la Segunda Guerra Mundial por parte de la República Popular China”, dijo Aquilino.
Mientras el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, daba una entrevista a periodistas rusos independientes, reiterando que su país nunca se sentaría en una mesa de negociaciones con Moscú para discutir la “desnazificación” y “desmilitarización” de Ucrania, el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, hacía su cuarta parada de un tour por el Sudeste Asiático para fortalecer alianzas con los países vecinos. En Nepal, Wang firmó hasta nueve acuerdos de inversiones en infraestructuras.
Mientras la guerra continúa en Europa del este, China sigue agrandando su influencia y haciéndose más fuerte en una región que representa el 60% de la economía mundial y que es el hogar de más de la mitad de la población del planeta.
La gira de Wang Yi también le ha llevado hasta Pakistán, Afganistán e India. Los expertos apuntan a que estas visitas se enmarcan en los esfuerzos de Pekín por obtener apoyo contra el escrutinio que está recibiendo por parte de Estados Unidos y de algunos países europeos por su ambigua posición en guerra de Ucrania, cada día más cercana a la línea de Moscú.
Pero el gigante asiático no ha acaparado estos últimos días todo el protagonismo en el Indo-Pacífico. Este lunes, Estados Unidos y Filipinas han comenzado sus mayores ejercicios militares conjuntos en tres décadas. Unos 5.100 soldados estadounidenses y 3.800 militares filipinos se entrenarán hasta el 8 de abril en la nación del Sudeste Asiático.
Estos simulacros llegan a la vez que Pekín denuncia que Washington está tratando de construir en Asía una “OTAN Indo-Pacífico” contra China. De ese argumento se han servido los medios estatales y los portavoces de Exteriores para compartir y respaldar la postura de Putin sobre la expansión de la OTAN en Europa del este.
INTENSIFICAR LA VIGILANCIA
En Taiwan, la isla con un Gobierno autónomo pero que China considera una provincia separatista, la presidenta Tsai Ing-wen, al comienzo de la guerra en Ucrania, ordenó a sus fuerzas armadas que intensificaran la vigilancia y permanecieran alertaante la actividad militar en la región. Según confirman a este periódico desde el Ministerio de Defensa de la isla, los mandos militares han estado estudiando estas semanas a la resistencia ucraniana para adaptarla a su propia estrategia de combate en caso de que Pekín comience una invasión.
En Corea del Sur hay un nuevo presidente, el conservador Yoon Suk-yeol, que prometió durante su campaña electoral que, si ganaba, trataría de entrar en el Quad, el foro militar del que forman parte Estados Unidos, Australia, Japón e India, y que es un contrapeso a la influencia de China en la región. Yoon, que ganó las elecciones presidenciales el pasado 10 de marzo, también apoya una alianza más estrecha con Estados Unidos para hacer frente a las amenazas nucleares y de misiles de Pyongyang
Corea del Norte lanzó el jueves un misil balístico intercontinental (ICBM) que voló 1.090 kilómetros y alcanzó más de 6.200 kilómetros de altura. Se trata del misil más grande probado por el régimen de Pyongyang. Desde 2017 no lanzaba un ICBM. Es el último peligroso movimiento de Kim Yong-un, justo cuando toda la atención internacional está puesta en la guerra en Ucrania.
En Asia-Pacífico, solo Corea del Sur, Japón, Singapur, Taiwan y Australia se han sumado a las sanciones internacionales contra Rusia. Estas naciones apenas suman el 8% del comercio mundial con Moscú. China se ha negado a condenar la invasión. Lo mismo que India. Los dos países más poblados del mundo, que siguen jugando a una posición ambigua de no condenar, pero tampoco respaldar el ataque ruso, representan el 18% del comercio de Rusia.
Pakistán, Vietnam, Bangladesh, Sri Lanka, Laos y Mongolia también se han quedado fuera de la votación de una resolución de la ONU para exigir a Putin el fin de los ataques. Los países de Asia Central, que históricamente siempre han estado entre los aliados de Rusia, también se abstienen o permanecen en silencio ante cualquier condena a las acciones del Kremlin.
Lucas De La Cal