NotMid 25/02/2022
Deportes
El Barcelona jugará los octavos de final de la Europa League que se sortearán este viernes después de imponerse con una solvencia exquisita al Napoli en el Stadio Diego Armando Maradona.
Venció el equipo de Xavi por 2-4 en un partido que prácticamente dejó sentenciado en la primera mitad. De hecho antes de los 20 minutos ya tenía arrodillado al conjunto de Spalletti, que vio la luz gracias a un penalti inverosímil de Ter Stegen… Pero que acabó rendido a la evidencia.
Tal como hiciera en Mestalla, el Barça fue un auténtico ciclón futbolístico al que no pudo casi nunca plantar cara el Napoli. A través del fútbol impuso su calidad a pesar de abrir el marcador de la manera más impensable. Un corner mal lanzado, en corto, por Insigne lo cortó Aubameyang, quien en área propia jugó el balón con Adama… y el delantero catalán se recorrió todo el campo en un contragolpe sensacional hasta asistir a Jordi Alba, que le acompañaba por l derecha para marcar casi a placer.
Entre ese 0-1 y el 1-4, que fue una maravilla colectiva sentenciada por Aubameyang a la hora de partido, el dominio barcelonista fue tan incuestionable como en ocasiones magnífico, poco menos que relatando el abecedario que Xavi Hernández quiere imponer en el equipo.
El infierno de San Paolo, renombrado hoy como Diego Armando Maradona, se apagó en menos de un cuarto de hora. El homenaje al Pelusa, con canciones y fanfarria dio paso a un comienzo de partido furioso del Napoli, que apenas duró diez minutos. De un corner a favor a un gol en contra, el error de Insigne dejó tocado al conjunto de Spalletti… Y hundido tras el golazo de Frenkie de Jong.
No se podía pensar en nada más que un triunfo cómodo del equipo que mandaba en el césped, que no era otro que el Barça. Y ni esa sesación cambió tras el penalti que sirvió para acortar distancias. La superioridad barcelonista era de tal magnitud que antes de que Piqué, al borde del descanso, marcase el 1-3 ya se entendía innegociable la victoria porque las llegadas al área de Meret eran constantes.
EL RONDO
Con más intención que acierto quiso Spalletti regresar al partido, pero ya con carácter ganador y personalidad indiscutible no se lo permitió un Barça que llegó durante varios minutos a bailar al Napoli de una manera que no se recordaba alrededor del club azulgrana, con un rondo gigante en el que los rivales apenas si perseguían el balón con la mirada.
El 1-4 llegó precisamente tras una jugada colectiva sensacional y finalizada de forma ejemplar por Aubameyang, provocando, incluso, que la hinchada local aplaudiera tanto la jugada como la resolución. Y, más aún, el espectáculo ofrecido por un equipo que no solo sabe a lo que quiere jugar, sino que lo pone en práctica tal y como exige su entrenador.
El Barça se gustó, gustó y goleó camino de los octavos de final de la Europa League a un Napoli que apenas fue rival y que debió aceptar una derrota que no pudo imaginar sería tan dura… Pero que no tuvo ninguna discusión a pesar del 2-4 final de Politano que, de alguna manera, evitó una humillación absoluta para el conjunto italiano.
Sevilla sufre pero hace valer su renta para meterse en octavos
El Sevilla perdió 1-0 en el campo del Dinamo de Zagreb y sufrió mucho para hacer valer la renta de 3-1 que logró en la ida, aunque el resultado le vale para meterse en los octavos de final de la Liga Europa tras un partido que acabó con diez jugadores al ver el danés Thomas Delaney dos tarjetas amarillas.
El equipo español, pese a no hacer un buen partido, lo tenía controlado, aunque un penalti muy protestado en el minuto 63 por mano del argentino Marcos Acuña que transformó Mislav Orsic y la expulsión de Delaney en el minuto 91 y con cuatro de prolongación le pusieron en aprietos.
El conjunto de Julen Lopetegui afrontó el partido con esa ventaja de la ida de hace una semana en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán pero con un equipo ofensivo que hizo presagiar que también quería goles en la capital croata para que no se repitiera la historia, ya que los locales eliminaron en los octavos de la pasada edición al Tottenham de José Mourinho tras un 2-0 adverso el primer choque.
A la cita faltó el extremo galo Anthony Martial, uno de los refuerzos de invierno, que se lesionó el pasado domingo en Barcelona ante el Espanyol (1-1) y que se unió a la baja del central neerlandés Karim Rekik, que se tuvo que retirar con molestias en la ida de esta eliminatoria, aunque volvió al lateral derecho el argentino Gonzalo Montiel tras tres partidos ausente por una dolencia muscular.
Mientras, el Dinamo de Zagreb recibió la Sevilla en el estadio Maksimir sin dos de sus jugadores clave, el capitán Adrijan Ademi y otro centrocampista, Luka Ivanusec, ambos por lesiones, pero recuperó al defensa francés Kévin Théophile-Catherine y al atacante Komnen Andric, aunque éste de inicio fue suplente.
Como se preveía, el equipo que entrena Zeljko Kopic salió intenso, con ganas de asustar al rival con el apoyo de su afición y lo consiguió, porque al Sevilla le duró poco el balón cuando quiso crear y trabajó mucho más en defensa.
Con el paso de los minutos la situación no varió, incluso se decantó aún mas para el Dinamo, que vio a un adversario replegado, sin recursos y con sus jugadores de arriba prácticamente inéditos, pues ni los argentinos Papu Gómez y Lucas Ocampos, el mexicano Tecatito Corona o Rafa Mir recibieron balones con garantías.
Pese a ello, el partido cumplió la media hora sin que los croatas hicieran trabajar mucho al meta marroquí Yassine Bono y con un Sevilla que empezó a acercarse sobre la portería que defendió Dominik Livakovic, frente al que lo intentaron sin peligro Rafa Mir o el Papu.
Este balance no dio más que para el empate inicial antes del descanso, pero con una circunstancia muy negativa para los visitantes, que perdieron al central brasileño Diego Carlos en el último minuto de la primera parte por una dolencia muscular.
Esa circunstancia hizo a Lopetegui reestructurar la defensa en el segundo periodo, con la entrada de Delaney retrasando al brasileño Fernando Reges a la posición de central y también con la presencia en el lateral derecho de Jesús Navas por Montiel.
El Sevilla salió así con otra cara, la de más protagonista con el balón y mucho mas metido en el campo del adversario, con lo que llegaron dos buenas para marcar en un cabezazo del central francés Jules Koundé y otra que empezó un muy activo Tecatito y que no pudo culminar Rafa Mir.
Fueron los mejores momentos del Sevilla, aunque de manera sorprendente llegó el 1-0 para el Dinamo en un penalti que transformó en el minuto 64 Orsic por una mano muy protestada de Acuña en una acción con Marko Bulat, quien había salido minutos antes.
El tanto cambió otra vez el partido, al revitalizarse el conjunto balcánico en busca de un 2-0 que empataría la eliminatoria, mientras que el Sevilla, en acciones de Ocampos y Rafa Mir, no logró batir la portería de Livakovic, con lo que el partido se fue a su recta final con un emocionante resultado y más cuando Delaney vio la segunda amarilla y dejó a su equipo con diez.
Betis avanza a los 8vos. de final de la Europa League
El Betis empató a cero con el Zenit en el Villamarín y rentabilizó la ventaja lograda en la ida (2-3) para pasar a los octavos de la Liga Europa, aunque lo hizo con mucho sufrimiento porque los rusos estuvieron a punto de forzar la prórroga, pero el gol marcado en el 90 por Chistyakov fue anulado, a instancias del VAR, por una falta previa.
En un partido gris del equipo español, el Betis no estuvo cómodo en ningún momento y, aunque estrelló dos balones en el poste al principio del segundo tiempo, le dio opciones al equipo de San Petersburgo, que no se rindió nunca, apretó y rozó igualar la eliminatoria. Al final ‘murió’ en la orilla frustrado por ese gol anulado por una falta previa del ruso Erokhin sobre el argentino Guido Rodríguez.
OTRO GRAN DUELO DE GUARDADO
El mexicano Andrés Guardado firmó una buena actuación, fue titular y capitán bético en el Benito Villamarín mientras que Diego Lainez no fue considerado por Manuel Pellegrini por problemas físicos. El ‘Principito’ volvió a mostrar que se encuentra en un gran momento en el Viejo Continente al ser uno de los mejores jugadores del Betis.
Con 89 minutos disputados, Andrés tuvo una efectividad de pase del 91% con 51 pases acertados de 56 entregados y también registró un disparo a portería. En el rubro defensivo, Guardado recuperó seis pelotas.
En la presente temporada, Andrés Guardado tiene 27 partidos disputados en todas las competencias y a sus 35 años se mantiene en un gran nivel para no desentonar con el momento dulce de todo el equipo.
SUFRIÓ AL HASTA EL FINAL
Era un duelo marcado por la incertidumbre, señalado por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania; y a ‘todo o nada’ por la mínima ventaja que el equipo español sacó en la ida en San Petersburgo (2-3) después de que el Betis llegara a tener un 0-2 a favor, por lo que la consigna en los verdiblancos era no especular ni dar opción para crecerse al Zenit.
En el Betis, el técnico chileno Manuel Pellegrini, quien había dejado que debían olvidarse tanto de la renta de la ida como del próximo derbi contra el Sevilla, recuperó en Europa a sus dos referentes creativos: el galo Nabil Fekir, tras cumplir tres partidos de sanción en este torneo, y Sergio Canales, baja por covid-19 en la ida.
Introdujo, además, cuatro novedades respecto al once que ganó al Mallorca (Edgar, el argentino Pezzella, el mexicano Guardado y el brasileño Willian José), mientras que su homólogo en el Zenit, Sergei Semak, también presentó cuatro cambios, con el meta de 19 años Odoevski por el veterano Kerzhakov; Sutormin en la derecha; Krugovoi en la media; y el extremo brasileño Yuri Alberto por el lesionado Kuzyayev.
El conjunto ruso, obligado a ir arriba al estar en desventaja en la eliminatoria, empezó con mucho brío. Con un juego de toque por la calidad de sus brasileños Douglas Santos, saliendo desde atrás, los medios Wendel y Claudinho o los extremos Malcom y Yuri Alberto, se hizo con el control del choque.
Al Betis, con Canales y Fekir poco participativos y bien vigilados, le costó superar líneas y, aunque tampoco sufrió demasiado al adolecer el Zenit de más profundidad pese al dinamismo de sus jugadores más ofensivos, le faltó llegar con claridad para asustar a su rival en una primera mitad sin ocasiones de gol.
Con tres centrales y Sutormin y Krugovoi como carrileros, el conjunto de San Petersburgo se impuso en el medio campo con los brasileños Wendel y Claudinho ganándole la partida al argentino Guido Rodríguez y al mexicano Guardado, intentando lanzar en ataque a sus extremos.
Aún así, las acciones de peligro ante las porterías se limitaron a un centro peligroso de Krugovoi que, tras varios rechaces, no encontró rematador, mientras que los sevillanos lo intentaron con timidez y sin éxito como en alguna acción a balón parado por Fekir.
En la reanudación siguió la misma tónica, con el Zenit en busca de igualar la eliminatoria, pero sin mucha continuidad, ante un Betis que mantuvo el equilibrio y jugó con una renta que vio peligrar a los 2 minutos, cuando Yuri Alberto marcó, pero el gol fue anulado por un claro fuera de juego de Aleksei Sutormin, autor del centro desde la derecha.
Esto espoleó al equipo verdiblanco, que no se descompuso y, a base de orgullo, se hizo con el domingo del juego y en sólo 11 minutos estrelló dos veces el balón en los postes de la meta de Odowvski. Primero, Guido Rodríguez en el 50, al desviar con la testa un cabezazo de Pezzella; y en el 61 en otro remate de cabeza de Willian José que remachó al palo Ruibal, aunque la acción se anuló por fuera de juego.
El Zenit apretó de lo lindo al final volcando su ataque por la derecha, con centros de Sutormin o Malcom a los que no llegaron con opciones Yuri Alberto, en dos ocasiones, ni el recién entrado Sergeyev, a quien el luso Rui Silva le hizo un paradón tras un remate de cabeza, aunque luego se decretó que estaba en posición ilegal.
El Betis se vio exigido ante la ofensiva de los rusos, que nunca se rindieron y, tras avisar con un testarazo de Malcom que despejó, providencial, Edgar, logró empatar la eliminatoria con el 0-1 al cabecear Chistyakov un buen centro de Mostovoy en el minuto 90, aunque, a instancias del VAR, el árbitro anuló el gol tras ver la acción en la pantalla a pie de campo por una falta previa a Guido.
Pero continuó la incertidumbre para un conjunto bético totalmente superado en la recta final, pues el Zenit siguió insistiendo, hasta el punto de que Erokhin pudo marcar a los 96 minutos, pero su cabezazo se marchó alto por poco para respiro del Betis y de su hinchada, que, en pleno acoso ruso, celebraron el pitido final.
Agencias