NotMid 13/04/2022
OPINIÓN
IÑAKO DÍAZ-GUERRA
Escribo en el minuto 60 y el Atleti está vivo. Lo hubiera firmado. Simeone, aún más. Este fue su plan desde el sorteo y nada de lo que ha sucedido le ha quitado la razón. Tampoco si en media hora cae eliminado. El City es muy superior y, a su manera y para quien quiera huir del tópico, ha sido tan conservador como su rival en la ida. Ni un riesgo, ni un pase al límite que pueda darle una contra y una bala al Atleti, es una p sin truenos, no asusta pero empapa.
Me gusta escribir antes del desenlace porque me permite no ajustar la tesis al marcador, cosa rara hoy en día. Loreto tiene 18 meses y sus padres, los abonados justo delante de mi butaca, la traen al campo desde que era un mico. No se entera de gran cosa, pero si tú dices “Atleeeeeti”, ella responde “¡oé!”. Desde mi punto de vista, sólo le falta odiar el chándal para haber completado su educación antes de los dos años. Hasta hoy, siempre que Loreto ha venido al estadio, el Atleti ha ganado. Esta noche va a aprender una lección. Veremos cuál.
Escribo en el minuto 75 y cualquier reproche al Atleti será absurdo. Hace rato que merece más y Guardiola cabecea en la banda. La gente grita y Loreto alucina. Espero que no aprenda vocabulario, pero sí valores. El (probablemente) peor equipo de la era Simeone está asustando al (seguramente) mejor City de la era Pep. Hay muchachos del adalid del fútbol champán revolcándose por el suelo, perdiendo tiempo y haciendo el ridículo. Espero vuestros tópicos, poetas. No tiene sentido nada, pero ese es el gran logro del Cholo desde que llegó: su Atleti no se explica, sucede. Ahora mismo está sucediendo. Ganar es aleatorio, competir siempre es trabajo y talento. Sí, talento.
Escribo en el minuto 82. No, Cholo, no. A Joao, no. Tápate los oídos, Loreto.
Escribo en el minuto 99 y el Atleti está eliminado… ¿y? La careta del City se ha caído y el Metropolitano vibra orgulloso porque no se puede pedir más a quien lo ha dado todo. “Celebran una derrota”, dirán los de siempre. No, celebran que un equipo que estaba históricamente muerto, compite ahora de igual a igual con los más poderosos y que hoy, durante muchos minutos, todo atlético creyó que se podía y casi pudo. Los títulos valen mucho, la dignidad vale más.
Espero que esa sea la lección que se lleva Loreto: que si se cree y se trabaja, a veces no se puede, pero siempre duermes orgulloso. Nada vale más.
ElMundo