Chelsea hace lo propio al vencer al Lille francés
NotMid 17703/2022
Deportes
El Villarreal se clasificó este miércoles a los cuartos de final de Liga de Campeones por tercera vez en su historia con un festival de goles (0-3) a cargo de Gerard Moreno, Pau Torres y Danjuma, que sentenciaron un encuentro a domicilio que dominó el Juventus.
El Villareal hace historia. Se mete en unos cuartos de final trece años después de aquel enfrentamiento ante el Arsenal en 2009 y por tercera vez en su historia. Y gran parte de culpa la tiene su entrenador, Unai Emery, que alcanza esta fase de la máxima competición a nivel de clubes por primera vez, en un partido en el que, curiosamente, estuvieron sometidos.
Empezó muy bien el Juventus, imponiendo ritmo alto a un Villarreal que poco pudo hacer para detener las embestidas del conjunto que dirige el italiano Massimiliano Allegri durante la primera mitad.
Arthur, Rabiot, Locatelli y Cuadrado estuvieron cómodos en la medular, aunque el bloque bajo del Villarreal en defensa les cerró las puertas y les dejó la única salida de atacar por banda.
El español Yeremi Pino cubrió bien la subida del italiano De Sciglio por banda izquierda, formando casi una línea de cinco en defensa, algo que restó en el ataque ‘groguet’ cuando querían salir a la contra, que sufrió el no descansar con el balón.
El serbio Dusan Vlahovic comandó el ataque local, pero en la primera ocasión clara del partido fueron protagonistas el colombiano Juan Cuadrado y el español Álvaro Morata, que no se entendieron, se estorbaron y desaprovecharon una oportunidad de oro para abrir el marcador.
Pero no fue la única de la primera parte. El Juventus percutió sin parar la puerta defendida por el argentino Gerónimo Rulli, que salvó los muebles de los suyos. Ya en el minuto 20, el flamante fichaje invernal de los italianos, que ya había avisado con un disparo lejano que obligó al guardameta argentino, se topó con el larguero tras un golpeo de primeras con la zurda que envalentonó a los locales, cada vez más animados y más sueltos. Pero en la ‘Champions’, si desperdicias ocasiones, se paga.
Respondió el Villarreal de la mano de uno de sus jugadores más talentosos, el argentino Giovanni Lo Celso, que asustó desde la frontal del área la puerta que defendió el polaco Szczesny, pero no había la más mínima sensación de peligro.
Rulli salvó de nuevo en el minuto 35 a los suyos con un paradón a un remate de cabeza, a bocajarro, a cargo del omnipresente Vlahovic.
Dominó el conjunto blanquinegro también a la salida de vestuarios. Con ímpetu y queriendo demostrar que históricamente es uno de los grandes. Pero se topó con un Villarreal que tenía cita con la historia.
En menos de diez minutos, el ‘submarino amarillo’, que no había tirado a puerta en todo el partido, aprovechó una aislada ocasión de Coquelin en la que el árbitro, VAR mediante, señalo penalti para abrir la lata. Celebró con rabia Gerard Moreno, consciente de que su gol podría ser clave. Pero se unieron a la fiesta Pau Torres rematando un córner y Danjuma finalizando una contra con el Juventus volcado, desesperado por conseguir un ansiado gol que hoy si que merecieron.
Con este festival, el Villarreal se clasifica con un abultado 4-1 en el resultado global y espera rival de cuartos de final en el sorteo del próximo viernes, casi sin tiempo para saborear la importancia de esta victoria.
Chelsea frena el amago de remontada del Lille
La eficiencia del Chelsea acalló el amago de remontada del Lille en la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones (1-2) en la que los ingleses consiguieron avanzar en una competición en la que su continuidad está pendiente de las decisiones ligadas a su propietario, Roman Avramovich.
Sin que se tenga seguridad sobre si el campeón de Europa pueda continuar defendiendo el título logrado el año pasado, ante las sanciones impuestas a su dueño oligarca, próximo al presidente ruso, Vladimir Putin, el equipo entrenado por Thomas Tuchel consiguió con relativa facilidad su billete para los cuartos.
Lo hizo con realismo, ante el empuje de unos franceses que creyeron durante el primer tiempo en la remontada, pero que se vieron frenados por su falta de gol y por el acierto del rival.
Impulsados por un público que por segunda vez en la temporada abarrotó las gradas del Pierre Mauroy, los galos apretaron al campeón de Europa, pero demostraron por qué son el equipo con peor coeficiente UEFA de los que quedan en una competición que se queda sin representantes franceses.
Un gol superada la media hora les hizo alimentar el sueño y despertó las alarmas en el Chelsea, golpeado en su sistema nervioso por unos días convulsos por la situación en la que quedan con la caída en desgracia de Avramovich.
Pero el susto no fue suficiente y, liderados por un gran Marcos Alonso, un sólido Ngolo Kanté y un activo Azpilicueta, consiguieron dar la vuelta al partido.
LA FE DEL LILLE
Hipermotivados por conseguir la gesta que les colocara por vez primera en su historia en cuartos, los franceses buscaban un gol que colocara la remontada en el terreno de lo posible, pero como les viene sucediendo durante toda la temporada les faltó dinamita en el ataque para superar a la mejor defensa de la Liga de Campeones.
Los campeones de Europa no mostraron la misma prestancia que durante la ida y dieron muestras de cierta permeabilidad defensiva por la que el Lille puso emoción en la grada. Yilmaz aprovechó una pérdida del Chelsea a los 7 minutos para procurarse una primera ocasión, pero ya dio las primeras muestras de falta de puntería.
Jonathan David dio trabajo a la defensa londinense, nerviosa y descolocada, que solo recobró algo de calma cuando a medida que avanzaba el encuentro los “blues” se hicieron con el balón y domaron la rabia francesa.
Alonso se convirtió en el hombre más peligroso de los ingleses, con una velocidad por las bandas que obligó a replegar filas a los galos.
Pero superada la media hora, un balón perdido en el área de Mendy tocó el brazo de Jorginho y, avisado por el VAR, el colegiado italiano Davide Massa pitó penalti, que Yilmaz transformó.
El tanto del turco, el tercero en esta competición, llenó de esperanza al Pierre Mauroy, que comenzó a soñar con la remontada.
Pero el Chelsea no se amilanó, recobró el control del duelo y aprovechó un despiste defensivo en el tiempo de descuento para que Jorginho encontrara una grieta en la defensa francesa para servir a Pulisic que cruzó el balón lejos del alcance de Jardim.
Un jarro de agua fría para los franceses que contaban ya con incrementar la presión sobre el Chelsea en el segundo tiempo y se marcharon al vestuario con el mazazo del empate en el primer disparo de los londinenses en el partido.
Lo que parecía la primera piedra de la remontada acabó en una decepción para los franceses y en un alivio para los ingleses que veían como ya solo tenían que aguantar media mitad.
La intensidad bajó enteros en los franceses, pero un cabezazo de Xeka en el 63 que se estrelló contra el poste de Mendy, devolvió la fe al Lille en lograr la hazaña soñada.
Pero de nuevo los franceses se encontraron con la realidad, su falta de mordiente en ataque y la eficiencia de un rival que solo precisó de media ocasión para adelantarse.
Fue en el 71′, cuando Mount centró al área y Azpilicueta, con la rodilla consiguió su primer tanto este año en Liga de Campeones, el cuarto de su carrera.
El gol del español acabó con toda esperanza de los franceses y trajo la serenidad a un Chelsea que seguirá pendiente de lo que se decida en las altas esferas de poder.
Agencias