La cantidad de pacientes hospitalizados con coronavirus ha disminuido más del 90% en más de dos meses, y algunos hospitales pasan días sin recibir un paciente con el virus en cuidados intensivos
NotMid 02/04/2022
USA en Español
El número de hospitalizaciones por COVID-19 en Estados Unidos ha descendido a su nivel más bajo desde que comenzó la pandemia, ofreciendo un alivio muy necesario para el personal sanitario y los pacientes tras el brote de contagios por la variante ómicron.
La cantidad de pacientes hospitalizados con coronavirus ha disminuido más del 90% en más de dos meses, y algunos hospitales pasan días sin recibir un sólo paciente con COVID-19 en la unidad de cuidados intensivos por primera vez desde que la pandemia llegó a Estados Unidos en 2020.
Con la liberación de camas se prevé que los hospitales estadounidenses puedan retener al personal exhausto, tratar con mayor rapidez a los pacientes que no padecen COVID-19 y reducir los elevados costos. Asimismo, más familiares pueden visitar a sus seres queridos. Y los médicos esperan que las visitas pediátricas, las revisiones anuales y las pruebas de detección del cáncer recuperen su nivel habitual tras un fuerte descenso.
“Todos deberíamos estar sonriendo por el hecho de que el número de personas hospitalizadas en este momento con COVID, y de personas en unidades de cuidados intensivos con COVID, esté en este punto tan bajo”, comentó Jason Salemi, epidemiólogo de la Universidad del Sur de Florida.
Sin embargo, añadió, la nación “pagó un precio muy alto para llegar a esta etapa… Muchas personas enfermaron y muchas murieron”.
Con la liberación de camas se prevé que los hospitales estadounidenses puedan retener al personal exhausto, tratar con mayor rapidez a los pacientes que no padecen COVID-19 y reducir los elevados costos (REUTERS/Shannon Stapleton)
Las hospitalizaciones se encuentran ahora en su punto más bajo desde el verano de 2020, cuando por primera vez estuvo disponible información nacional exhaustiva. Durante la última semana, el promedio de personas hospitalizadas con COVID-19 en Estados Unidos se redujo a 11.860, la cifra más baja desde 2020 y que supone un fuerte descenso respecto al máximo de más de 145.000 registrado a mediados de enero. El mínimo anterior fue de 12.041 en junio pasado, antes de que la variante delta se propagara.
Esta tendencia favorable también se aprecia en el número de pacientes en unidades de cuidados intensivos, el cual ha descendido a menos de 2.000, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.
“Empezamos a poder tomarnos un respiro”, dijo el doctor Jeffrey Weinstein, responsable de seguridad del paciente en el sistema de hospitales Kettering Health, en el oeste de Ohio.
Los pacientes con COVID-19 ocupaban el 30% de las casi 1.600 camas de hospital de Kettering Health en enero, dijo Weinstein. Los ocho hospitales de Kettering tienen ahora una media de dos a tres ingresos diarios por COVID-19, y en ocasiones ninguno.
Aunque Salemi está de acuerdo en que es buen momento para que el exhausto sistema sanitario se tome un respiro, advierte que la comunidad de salud pública debe permanecer atenta a la subvariante BA.2 del ómicron. Ésta está provocando incrementos en las hospitalizaciones en Gran Bretaña, y ahora se calcula que representa más de la mitad de las infecciones en Estados Unidos.
“Probablemente ahora estamos subdetectando los contagios reales más que en cualquier otro momento durante la pandemia”, señaló Salemi.
Agencias