En marzo, el Tribunal Penal Internacional emitió una orden de arresto contra el presidente ruso. Y Sudáfrica ha ratificado el Estatuto de Roma por lo que está obligada a detenerle
NotMid 15/07/2023
MUNDO
Rusia ha rechazado la solicitud del presidente sudafricano Cyril Ramaphosa de que su delegación a la cumbre de los BRICS en agosto esté encabezada por el ministro de Exteriores Serguei Lavrov en lugar del presidente Vladimir Putin. Así lo aseguró el vicepresidente de Sudáfrica, Paul Mashatile, al diario local ‘Mail&Guardian’.
El 17 de marzo, el Tribunal Penal Internacional (TPI) emitió una orden de arresto contra Putin y la defensora del menor en Rusia, Maria Lvova-Belova, por “deportación ilegal de niños de los territorios ocupados de Ucrania a Rusia”. El TPI no celebra juicios en ausencia, por lo que es necesario que Putin fuera entregado por Moscú o arrestado fuera de Rusia.
“Entendemos que estamos obligados por el Estatuto de Roma, pero no podemos invitar a alguien y luego arrestarlo. Estaríamos felices si él [Putin] no viniera”, dijo Mashatila.
Durante este tiempo miembros del gobierno sudafricano ofrecieron tres opciones para la participación de la delegación rusa. Según la primera, Putin estaría representado en la cumbre por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia; según la segunda, Putin participaría en la reunión ‘online’; según la tercera, se le pedirá a China que organice la reunión.
Las alternativas se han ido agotando. Según Mashatile, India y Brasil se opusieron a la transferencia de la cumbre a China. El vicepresidente agregó que las negociaciones sobre la presencia de Putin en la reunión siguen en marcha. El Kremlin aún no ha confirmado la asistencia del líder ruso a la cita. Sudáfrica envió en su momento una invitación a Putin y Moscú dijo que daría una respuesta más cerca de la fecha de la cumbre.
Cuando se emitió la orden de arresto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia calificó la decisión del tribunal de “insignificante, provocativa y categóricamente inaceptable”. El subdirector del departamento, Serguei Ryabkov, expresó desde el principio su confianza en que Sudáfrica otorgaría inmunidad a Putin durante la cumbre de los BRICS. Las autoridades sudafricanas prometieron en mayo que los participantes de la cumbre tendrían inmunidad diplomática. En marzo las autoridades del país estaban considerando “todas las opciones para evitar la ejecución de la orden”, según informó Bloomberg.
Pero el problema es que Sudáfrica ha ratificado el Estatuto de Roma (el documento fundacional del TPI) y reconoce su jurisdicción. La oficina del jefe de Estado afirmó que el país no iba a abandonar la jurisdicción del TPI.
La Cumbre BRICS será la primera reunión presencial de líderes dentro de la organización desde el inicio de la pandemia de COVID-19. Se celebrará en el Centro de Convenciones de Sandton en Sandton, Johannesburgo, del 22 al 24 de agosto. Putin asistió en persona a la cumbre en Sudáfrica en 2013.
123 estados son miembros del TPI, entre los que se encuentran los países de Europa, Sudamérica y cerca de la mitad de los países de África. Rusia, Ucrania, Estados Unidos, China, Turquía, India y otros no han ratificado el Estatuto de Roma. El fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional, Karim Khan, ha instado a las autoridades sudafricanas a “hacer lo correcto” en caso de que el presidente ruso viaje a Johannesburgo. “Sudáfrica ha sufrido un crimen contra la humanidad durante décadas, el crimen del apartheid, no creo que necesiten lecciones de mí”.
Durante un discurso en el Parlamento a principios de mayo, el ministro de Justicia, Ronald Lamola, insinuó que el gobierno de Sudáfrica podría referirse a la legislación del país que permite hacer excepciones por una cuestión de seguridad nacional. Pero al mismo tiempo el país teme echar a perder algunos acuerdos comerciales con EEUU (uno de ellos expira en 2025 y podría no renovarse) si se desentiende de una orden de detención que el gobierno de Joe Biden, pese a no ser firmante del tratado, ha apoyado. Caminando por ese filo de la navaja, el país ha dado varios traspiés. El presidente Ramaphosa, durante la visita del presidente noruego anunció que Sudáfrica se retiraba del TPI, pero más tarde se vio obligado a retirar sus palabras diciendo que había sido un error.
Washington ha redoblado sus esfuerzos en los últimos meses para estrechar sus lazos con África, donde le preocupa la creciente influencia de Rusia y China. Moscú ha cosechado algunos resultados: numerosos países africanos decidieron no votar una resolución de Naciones Unidas condenando la invasión de Ucrania.
Sudáfrica no olvida el apoyo de la Unión Soviética a la resistencia contra el régimen del ‘apartheid’. Desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero de 2022, Sudáfrica ha adoptado una posición neutral, negándose a unirse a los llamamientos de condena a Moscú.
El presidente Ramaphosa lidera un grupo africano que busca mediar en el conflicto, el cual según él “tiene un impacto negativo en el continente africano”. El Banco Africano de Desarrollo calcula que la guerra es directamente responsable de la falta de alrededor de 30 millones de toneladas de cereales en el continente. La delegación africana ha mantenido contactos con los gobiernos de Moscú y Kiev, de momento sin resultados. La invasión rusa “debe solucionarse mediante negociaciones y medios diplomáticos”, afirmó Ramaphosa al ser recibido por Putin en San Petersburgo el pasado mes de junio.
Agencias