A falta del añorado Santos Cerdán, Óscar López es quien mejor pasa a limpio el argumentario, sin sutilezas ni afán de posteridad
NotMid 05/06/2025
OPINIÓN
LEYRE IGLESIAS
El nuevo relato del Gobierno indica que los movimientos de Leire Díez en los bajos fondos -ofrecer a dos imputados el apoyo de la Fiscalía, ofrecer a un periódico el vídeo sexual de un fiscal Anticorrupción- no importan: que lo importante es aquello que Leire combatía. La ciénaga no es Leire ni el PSOE ni el Gobierno, sino la Guardia Civil. Hagan la prueba. Entréguense a la delirante realidad paralela que sirve TVE por las mañanas. No hay analista ni tertuliano obediente que no desvíe el foco del escándalo desde el PSOE a los funcionarios públicos que lo están investigando. Sobre todos ellos solo cabe sospechar.
El jueves, La Sexta dio una exclusiva que abonaba ese relato: en 2021, y en una conversación privada con un confidente, un tal Juan Vicente Bonilla, entonces capitán de la Guardia Civil, fantaseó con ponerle al presidente «una bomba lapa en los bajos». Después, El Plural, un digital que nadie osaría llamar pseudomedio, puso la historia por escrito: «El agente ‘de la UCO patriótica’ fichado por Ayuso, partidario de utilizar la violencia: ‘Alto, plomo… y bomba lapa’».
Como sabemos, es mentira: era Bonilla quien aventuraba que el Gobierno le pondría a él una bomba lapa. Rodrigo Blázquez, de La Sexta, ha pedido perdón por el «error». Da igual. Un ministro tras otro han salido a decir que un tipo de la UCO quería perpetrar un atentado terrorista contra el presidente. Los mensajes son interpretables, dice Pilar Alegría, ministra de Educación.
Aunque mi favorito es Óscar López. A falta del añorado Santos Cerdán, López es quien mejor pasa a limpio el argumentario, sin sutilezas ni afán de posteridad. Estos días se ha ratificado al menos dos veces en el bulo y ha lanzado un par más. El primero: «No verán ustedes un corte mío con ninguna falsedad. No lo hay». El segundo: que todo es una operación de «guerra sucia» del PP. «La Kitchen 2»: lo que Rajoy hizo desde la Moncloa lo hace ahora Ayuso desde la Comunidad de Madrid. Hay que ser muy cafetero para entenderlo, pero la idea básica es que Ayuso «financia» la operación porque en 2023 fichó al tal Bonilla para el Servicio Madrileño de Salud. Ajá.
La otra prueba palmaria de la implicación del PP es que Víctor de Aldama pidió ayer que Feijóo llegue al Gobierno. Es curioso. Una juraría que De Aldama era el conseguidor del PSOE. Una juraría incluso haber visto una foto suya con Sánchez en la zona vip de un acto de partido. Pero, claro, cómo no dudar si hasta las bombas lapa en un país con la historia reciente de España son objeto de interpretación.