La izquierda no roba, ha dicho Rufián. Y esa es el lema con el que aborda el caso de sus manzanas podridas
NotMid 24/06/2025
OPINIÓN
EMILIA LANDALUCE
La última matraca de la izquierda profesional es que la izquierda no roba (ni acostumbra a irse de putas). “La izquierda no puede robar; esta gente sí, pero nosotros no”, dijo Gabriel Rufián al PSOE, mientras señalaba a la bancada popular. Algo parecido decía Ana Belén en Abc: «Lo que está pasando lo veo con tristeza. Ha sido inesperado. Triste».
Como si los amaños de Ábalos, Koldo y Cerdán fueran inéditos y nunca hubieran existido -por ejemplo- las fotografías de Roldán en calzoncillos amarillentos tirándose sobre una colchoneta rodeado de señoras. (Una de ellas con la marca de la vacuna, como recuerda siempre Arcadi).
Una de las cosas que piensa la izquierda es que a la derecha no le importa que roben y que no reacciona cuando lo hacen los partidos que la representan. Olvidan, sin embargo, el batacazo que se metió el PP en las elecciones municipales de 2015, coincidiendo con la aparición de Podemos. La que mejor lo expresó fue Rita Barberá: «¡Qué hostia! ¡Qué hostia!», dijo abrazándose al delegado del Gobierno de entonces. Joan Ribó, de Compromís, le había arrebatado la alcaldía de Valencia. Como también hizo lo propio Carmena con Esperanza Aguirre y Óscar Puente con León de la Riva. Y en los tres casos, las acusaciones de corrupción (sin condenas) fueron lo que terminó por machacar a estas tres figuras del PP. ¿A qué creen que se debió la irrupción de Ciudadanos en las alcaldías? Al hartazgo de los votantes del PP por la sucesión de escándalos.
Con estos precedentes, es difícil saber por qué la izquierda siente esa superioridad moral en lo relativo a la corrupción. O no. También la siente en otros asuntos. Durante un tiempo decían que los másteres de Cifuentes y Casado eran regalados, pero omiten que la catedrática Begoña Gómez ni siquiera tiene título universitario. (O lo que se sabe de la tesis de Sánchez). También les pasa en materia sexual. Los llamados señoros suelen ser siempre de derechas -tipos gordos de cubata y puro-, pero omiten la calificación cuando el baboseo emerge en la izquierda.
Por eso ayer Ábalos dijo en su declaración que no se reconocía en las grabaciones de los amaños y de las tías que “se enrollan que te cagas”.
(Por cierto, Bárcenas sólo declaró dos veces antes de su ingreso en prisión preventiva y Ábalos ya lleva tres…).
Sánchez confía en las tragaderas de los suyos. Con razón.